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Cuba busca fortalecer su sector energético con fuentes más sostenibles. El problema del abastecimiento de energía se ha agudizado en los últimos meses tras una dura crisis de generación que puso contra las cuerdas a todo el sistema eléctrico del país.
Actualmente, varias plantas termoeléctricas, la mayoría con más de 30 años de explotación, se enfrentan a la necesidad de reparaciones debido a la salinidad del mar y a que el crudo cubano contiene una gran cantidad de azufre e impurezas.
“Eso crea un círculo vicioso que, mientras más pasa el tiempo, caes en averías, caes en limitaciones, no tienes los recursos para realizar los mantenimientos y llega el momento en que se hace imposible el cubrimiento del servicio y por lo tanto hay que dar, evidentemente, el apagón”, dijo a RT el director de generación térmica de la Unión Eléctrica de Cuba, el ingeniero Edier Guzmán Pacheco.
En su estado actual, el servicio le arrebata al presupuesto nacional 18.000 millones de pesos anuales en subsidios. Además, trae consecuencias para el resto de la economía. Industrias cubanas como la producción de acero o cemento han tenido que cesar por periodos de tiempo, y esto coloca la recuperación mucho más lejos. Tomando en cuenta esto, el Gobierno ha raspado sus deprimidas arcas para implementar un plan a corto, mediano y largo plazo.
Reparaciones y nuevas plantas
La solución más inmediata está en manos de la Empresa de Mantenimiento de Centrales Eléctricas. Parte del financiamiento irá a las naves de esta compañía, donde se le da respuesta al 90 % de las necesidades de todo el sistema.
Como resultado, “todas esas reparaciones se llevan a cabo dentro de territorio nacional, en nuestros talleres, constituyendo un proceso de ahorro notable de finanzas que no hay que destinar a este tipo de reparación, y todo el capital financiero se queda dentro del país, así como el desarrollo del capital humano, porque esto es una empresa muy especializada”, indica el director de la compañía, Ignacio Medrano Fernández.
Asimismo, se invierte en la instalación de nuevas unidades generadoras con la ayuda de Rusia, adaptadas a las condiciones cubanas. Recientemente, una cuarta planta flotante llegó a la isla procedente de Turquía con un aporte de 130 MW.
Energía renovable
Otra solución a más largo plazo son las fuentes renovables de energía. Las autoridades han autorizado las importaciones o la compra de paneles solares. Amel, uno de los cubanos que no han perdido la oportunidad, dijo a RT que quiere no solo aliviar el peso de la factura, sino que también ya piensa en un proyecto de desarrollo comunitario y en la rentabilidad de su propio negocio.
“El ahorro de tu negocio particular que llevas, es mucho más beneficioso porque el consumo que tú vas a tener en un negocio es mucho mayor que el de una casa y, a la vez que tú tienes proyectado disminuir consumo, también mejora el nivel de precios que tú tienes porque el impacto es mucho menor”, señaló el joven.
Las fuentes renovables solo representan el 5 % de la matriz energética de Cuba y la aspiración es llevarlas a un 37 % en un periodo de diez años. Sin embargo, expertos aseguran que el país tiene condiciones para generar el 100 % de la electricidad con fuentes renovables. La biomasa, el viento y un sol intenso son recursos que no faltan.