Luis Alberto Rodríguez López-Calleja estaba al frente del conglomerado empresarial y financiero de las Fuerzas Armadas Revolucionarias
La cúpula del poder en Cuba fue sacudida el viernes por la noticia de la súbita muerte del general de división Luís Alberto Rodríguez López-Calleja, jefe de GAESA, el conglomerado empresarial y financiero de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR) que controla los principales hilos de la economía cubana y sus ramas más productivas, como el sector turístico. López-Calleja, de 62 años, era miembro del Buró Político del Partido Comunista, asesor del presidente, Miguel Díaz-Canel, y uno de los hombres más importantes en la estructura de mando en Cuba, en momentos en que el país sufre una de las peores crisis de su historia.
La prensa oficial informó “con profundo pesar” que el militar falleció el viernes por la mañana a causa de un paro cardiorrespiratorio, destacando su “brillante hoja de servicios a la patria y la revolución cubana”. López-Calleja era considerado uno de los hombres más poderosos de la nomenclatura cubana por lo vital de las ramas económicas bajo control de GAESA, empezando por Gaviota, el más importante grupo turístico cubano, a cargo de hoteles, agencias de viaje y servicios de alquiler de coches, entramado que desde hace años concentra las principales inversiones del país en este sector.
El conglomerado militar administra además numerosas tiendas de divisas, supermercados, almacenes, importadoras, bancos, inmobiliarias y la principal financiera del país (Fincimex), además de la importante Zona de Desarrollo Integral del Mariel. Todo eso y más estaba en la cartera de López-Calleja, por lo que su sorpresivo fallecimiento ha causado agitación en las alturas pues era considerado uno de los hombres clave en la actual y futura ecuación de poder, era un verdadero peso pesado.
Luis Alberto Rodríguez López-Calleja nació el 19 de enero de 1960 en la provincia de Villa Clara, hijo de Cristina López-Calleja Hiort-Lorenzen, profesora titular y doctora en Ciencias Económicas del Centro de Estudios sobre Migraciones Internacionales, y del general de división Guillermo Rodríguez del Pozo (1929-2016), excombatiente del Movimiento 26 de Julio y uno de los militares cercanos a Fidel Castro desde los tiempos de la Sierra Maestra. Exyerno de Raúl Castro, hizo carrera dentro de las Fuerzas Armadas vinculado siempre al sector económico y estudió Administración de Empresas en la antigua Unión Soviética, trabajando durante años con otro importante militar cercano a Fidel y Raúl Castro, el general Julio Casas Regueiro, jefe del departamento económico de las FAR y fundador de GAESA.
En la página web del Partido Comunista de Cuba se destaca su paso por el Ministerio de Comercio Exterior, las FAR y la contrainteligencia militar, hasta que a mediados de los años noventa ocupó la dirección de GAESA, que sin duda es hoy el holding más importante de Cuba. Desde ese puesto negoció muchas de las empresas mixtas del sector turístico que hoy son parte fundamental de la estrategia de desarrollo del país. A diferencia de otros dirigentes cubanos, siempre estuvo alejado de los primeros planos y rehuyó el protagonismo político, ejerciendo el mando desde la sombra. No fue hasta 2011 que entró al Comité Central del Partido Comunista y llegó al Buró Político en el VIII Congreso de esta organización política, el año pasado, cuando también fue elegido por primera vez miembro del Parlamento.
En los últimos tiempos López-Calleja comenzó a tener un perfil más público, viajando junto al presidente cubano en algunas visitas oficiales al extranjero. En 2018 estuvo con Díaz-Canel en una visita a Nueva York y en 2019 acompañó al presidente cubano a Europa, formando parte ese mismo año de la delegación cubana que participó en la Cumbre del Movimiento de los No Alineados. Según diversos analistas, tras la retirada definitiva de Raúl Castro, estos movimientos y la entrada de López-Calleja al Buró Político y al Parlamento podía interpretarse como una señal de que su papel de cara al futuro iba a ser cada vez más relevante.
De hecho, su puesto era clave en medio de la crisis económica que atraviesa Cuba, que ha provocado un grave deterioro de las condiciones de vida y el notable aumento del malestar de la población. Criticada por la opacidad de sus operaciones y por concentrar las mayores inversiones del país en la construcción de hoteles en estos momentos críticos, GAESA es hoy una de las principales fuentes de ingreso de divisas del país y ha sido objeto de sanciones por parte de Estados Unidos. Sus hoteles, y también la corporación financiera Fincimex, están desde hace años en una lista negra del Departamento del Tesoro. Por su condición de jefe de esta corporación militar, el propio López Calleja fue incluido en septiembre de 2020 por el Gobierno de Estados Unidos en la lista de Nacionales Especialmente Designados y Personas Bloqueadas (medida que implica la congelación de todos sus activos bajo jurisdicción norteamericana). Su desaparición sorpresiva crea un escenario nuevo en la estructura del poder cubano.