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El Bundestag (Parlamento Federal alemán) declaró que Alemania no tiene previsto discutir con EEUU la idea del “mecanismo de suspensión” del gasoducto Nord Stream 2. El especialista ruso en estudios alemanes, Vladislav Belov, explicó a Sputnik las razones por las cuales a la parte alemana no le interesa negociar este tema con el país norteamericano.
El presidente del Comité de Economía y Energía del Bundestag, Klaus Ernst, que se opuso a discutir este asunto con Estados Unidos, saluda el hecho de que una vez llegado al poder el presidente estadounidense, Joe Biden, EEUU muestra “más disposición para dialogar”. “Pero la paralización del Nord Stream 2, así como el mecanismo de suspensión que vincularía los suministros de gas a la UE [Unión Europea] con el abastecimiento a Ucrania, no se somete a discusión”, enfatizó el diputado.
Anteriormente, el periódico alemán Handelsblatt informó que desde la Administración de EEUU habían llegado nuevas propuestas relacionadas con el posible levantamiento de las sanciones contra el proyecto. Se trata en particular del establecimiento del “mecanismo de suspensión” del tránsito de gas en caso de “violación” de los derechos humanos por Rusia. Al mismo tiempo, EEUU propone garantizar a Ucrania el mantenimiento del tránsito de gas a través de su territorio.
¿Aquí no hay nada que discutir con EEUU?
El director del Centro de Estudios Alemanes del Instituto Europa de la Academia de Ciencias de Rusia, Vladislav Belov, explicó que el jefe del Comité del Bundestag había expresado la opinión de la mayoría de diputados.
“Los oponentes son el [partido político alemán] Alianza 90/Los Verdes, eran y siguen siendo oponentes del proyecto, pero por razones diferentes que las de EEUU. Además de Los Verdes, en el Bundestag no hay gran oposición hacia el proyecto… La posición de Alemania es el multilateralismo en la seguridad energética, y estos temas no los decide EEUU, sino la UE y Alemania”, detalló el experto.
“Es una posición bien clara, y aquí no hay nada que tratar con EEUU”, señaló Belov.
El director del Centro de Estudios Alemanes recordó que Berlín mantiene esta actitud desde que el país norteamericano comenzó a intentar interferir en los asuntos vinculados con la seguridad energética de Europa.
“A mediados de 2017 el entonces ministro de Exteriores [Sigmar] Gabriel y el canciller federal de Austria [Christian Kern] hicieron una declaración. En ella se indicó claramente: la seguridad energética es un asunto interno de la Unión Europea, no deben intervenir. Es todo, punto”, comentó el especialista.
“Nos incumbe a nosotros decidir quién y cómo nos suministra la energía acorde a las reglas del mercado de libre competencia”, consta en el documento.
El proyecto Nord Stream 2 tiene como objetivo la puesta en marcha de un gasoducto que transportaría hasta 55.000 millones de metros cúbicos de gas natural por año desde Rusia a Alemania, pasando por las aguas territoriales o las zonas económicas exclusivas de Dinamarca, Finlandia, Alemania, Rusia y Suecia.
EEUU, que busca vender a Europa el gas natural licuado (GNL) de sus yacimientos de esquisto, se opone al proyecto. Ucrania, que teme perder sus ingresos por el tránsito del gas ruso, y varios países europeos, como Polonia, Letonia y Lituania, también son contrarios al nuevo gasoducto.
En diciembre del año 2019 el país norteamericano impuso sanciones contra el gasoducto, y, como resultado, la empresa suiza Allseas tuvo que suspender la instalación de las tuberías del Nord Stream 2. Las obras se reanudaron un año después, el 11 de diciembre de 2020 el buque de tendido de tuberías Fortuna colocó 2,6 kilómetros de gasoducto en aguas de la zona económica exclusiva de Alemania, a una profundidad de menos de 30 metros.