El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu.
El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, admitió el sábado que Irán había lanzado el mayor ataque de la historia contra Israel, disparando cientos de misiles.
“Israel no lo tolerará. Israel tiene el deber y el derecho de defenderse y responder a tales ataques, y eso es lo que haremos”, afirmó Netanyahu en un discurso que subrayó la gravedad de la situación.
Netanyahu también envió un mensaje al presidente francés, Emmanuel Macron, quien había pedido detener los envíos de armas a Israel para frenar sus crímenes en la asediada Franja de Gaza. “Israel ganará contigo o sin ti”, subrayó.
Los analistas consideran que el hecho de que los misiles iraníes hayan logrado atravesar las capas de defensa antiaérea israelí en la operación Verdadera Promesa II ha llevado a las autoridades occidentales a concluir que Teherán podría intensificar sus acciones en fases posteriores del conflicto, recurriendo a medidas aún más letales contra el régimen de Tel Aviv.
Un diario estadounidense confirma que varias instalaciones militares y de seguridad israelíes resultaron gravemente dañadas por la operación de represalia de Irán.
El Cuerpo de los Guardianes de la Revolución Islámica (CGRI) de Irán emitió dos comunicados el pasado martes, señalando que la operación Promesa Verdadera 2 fue una respuesta al asesinato de líderes de la Resistencia, el jefe de la oficina política del Movimiento de la Resistencia Islámica de Palestina (HAMAS), el mártir Ismail Haniya, el secretario general del Movimiento de la Resistencia de Líbano (Hezbolá), el mártir Sayed Hassan Nasralá, y varios comandantes del CGRI.
En los comunicados se afirmó que el 90% de los misiles lanzados alcanzaron con éxito sus objetivos.