Israel se queda sin su llamado ‘Gobierno de Unidad’. El primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, ha disuelto este lunes el Gabinete de Guerra, un Ejecutivo provisional creado el 11 de octubre como respuesta a los atentados de Hamás y el inicio de la guerra en Gaza en el que se había tratado de aglutinar el mayor número de apoyos políticos (incluida parte de la oposición) para tomar de manera conjunta las decisiones militares.
Esta decisión llega apenas una semana después de que uno de los principales opositores, el líder de Unidad Nacional, el exgeneral Benny Gantz, y su socio Gadi Eisenkot lo abandonaran por sus desacuerdos con Netanyahu y la ausencia de un plan de postguerra para Gaza. Ambos eran ex jefes del Estado Mayor e integran el partido de centro-derecha Unidad Nacional.
“El gabinete de guerra no existe”, ha dicho este lunes Netanyahu, quien ha afirmado que “era un acuerdo de coalición con Gantz, a petición suya”, según recoge el diario Israel Hayom. “Una vez que Gantz se fue, dejó de existir ese foro”, ha afirmado. No obstante, la versión de Gantz es distinta, ya que asegura que había aceptado participar en el Gabinete como “forma de patriotismo”, pero tras su renuncia reconoció que “Netanyahu les impide avanzar hacia una verdadera victoria”.
El líder de Unidad Nacional, Netanyahu y el ministro de Defensa israelí, Yoav Gallant, eran los únicos con derecho a voto dentro del Gabinete. Tras la salida del opositor, los los socios ultraderechistas del Gobierno de Israel reclamaban asumir ese voto; algo que no ha sido concedido. Las decisiones sensibles sobre la guerra se tomarán ahora en un foro de consulta más reducido en el que participarán el ministro de Defensa; el de Asuntos Estratégicos, Ron Dermer; el jefe del Consejo de Seguridad Nacional, Tzachi Hanegbi, y el líder ultraortodoxo del partido Shas, Arieh Deri, del círculo de confianza de Netanyahu.
Este nuevo sistema evidencia la pérdida de unidad en torno a la guerra, pero no provocará, en un principio, una ruptura del Gobierno israelí o unas nuevas elecciones. Sí habrá que ver de que manera reaccionaran sus socios de Gobierno, ya que, pese a que Netanyahu ha asegurado este lunes que seguirá consultando temas sensibles con algunos grupos políticos, el nuevo foro deja fuera al ministro de Seguridad Nacional, el colono y ultraderechista Itamar Ben Gvir, y al titular de Finanzas, el también ultraderechista Bezalel Smotrich.
El que sí ha aprovechado para pedir nuevos comicios ha sido el líder de la oposición. “En lugar de disolver el Gabinete de Guerra, habría que disolver el Gobierno“, afirmó en X (antes conocido como Twitter) el centrista Yair Lapid, del partido Hay Futuro, que rechazó en su momento unirse al Gabinete de Guerra y ha pedido en reiteradas ocasiones la dimisión de Netanyahu.
En las últimas semanas Netanyahu se ha visto envuelto también en fuertes presiones diplomáticas. El plan de paz de Estados Unidos que abogaba por la retirada de las tropas israelíes chocaba con la visión de Tel Aviv sobre el desarrollo de la guerra, ya que niegan la salida de su Ejército de Gaza hasta que se elimine por completo a Hamás. El secretario de Estado estadounidense, Anthony Blinken, aseguró durante su gira por Oriente Próximo la semana pasada que Netanyahu había aceptado el plan, pero Israel nunca llegó a reconocerlo oficialmente. Y los socios ultraderechista de Netanyahu llegaron incluso a amenazar con terminar con el Gobierno si este lo aceptaba.
Tras la votación y posterior aprobación del plan de Biden en el Consejo de Seguridad de la ONU, Hamás dijo estar de acuerdo con el plan, pero pidió algunas modificaciones, lo que terminó por echar por tierra una de las últimas oportunidades de realizar el intercambio de secuestrados israelíes por prisioneros palestinos. Y de terminar con la ofensiva de Israel en Gaza que se ha cobrado ya la vida de más de 37.300 palestinos en ocho meses.