El premier israelí, Benjamín Netanyahu.
La ONU reitera que una ofensiva terrestre en Rafah añade una “capa adicional de tragedia sin fin” para palestinos refugiados allí, pero el premier israelí hace caso omiso.
La oficina del primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, ha indicado este viernes que las filas militares del régimen ampliarán su ofensiva en la zona de Rafah, sur de Gaza, a pesar de que la Organización de las Naciones Unidas (ONU) haya advertido de que esta acción sería “catastrófica” para los más de un millón de palestinos que se han refugiado allí.
Anteriormente, Netanyahu había usado la red social X para argüir que Israel no podrá lograr su objetivo de eliminar al Movimiento de Resistencia Islámica de Palestina (HAMAS), “si deja cuatro batallones de HAMAS en Rafah”, por lo que había ordenado a los jefes militares elaborar un “plan combinado para la evacuación de la población y la destrucción de dichos batallones”.
Desde que las fuerzas Israel han extendido sus operaciones en el sur de Gaza, como en Jan Yunis, más de la mitad de la población de Gaza, alrededor de 1,4 millones de palestinos, han huido a la zona de Rafah, según la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados Palestinos (UNRWA).
Philippe Lazzarini, el jefe de la UNRWA, ha dicho esta misma jornada a los periodistas in situ que hay “mayor ansiedad y pánico en crecimiento” en la ciudad, pues los palestinos “no tienen absolutamente ni idea a dónde ir después de Rafah”.
“Cualquier operación militar a gran escala contra esta población solo puede conducir a una capa adicional de la tragedia sin fin que está teniendo lugar”, ha asegurado.
El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, alerta que “Rafah está bajo una seria amenaza” y reitera la necesidad de una tregua inmediata en Gaza.
A pesar de los llamados de organizaciones internacionales, incluso de su mayor aliado, EE.UU., Netanyahu ha insistido a principios de semana en que la operación de las fuerzas israelíes en Rafah, sería “proveer a la población civil de un paso seguro a zonas seguras”.
Sin embargo, dada la escala de la devastación en otras partes de Gaza, y el gran número de personas atrapadas en el enclave, las organizaciones de ayuda dicen que esa promesa será casi imposible de cumplir.
“Si se expanden las operaciones aéreas y terrestres en la zona de Rafah, Israel va a desatar una pesadilla humanitaria en Gaza, superando incluso el horror de los últimos cuatro meses”, ha indicado la organización de ayuda Mercy Corps este viernes.
“Lo que necesitamos ahora es un alto el fuego sostenido, el fin del asedio y acceso para la escala masiva de la ayuda y no un nuevo ataque en una ciudad de un millón de personas”, clamó.
Desde el 7 de octubre de 2023, los ataques de Israel contra Gaza han matado a más de 27 500 personas y desplazado alrededor de 1,7 millones. Casi el 70 % de los 439 000 hogares y alrededor de la mitad de sus edificios han sido dañados o destruidos por los ataques aéreos de Israel.