El Mecanismo de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) de Expertos para Promover la Justicia e Igualdad Racial en la Aplicación de la Ley ha ofrecido este viernes su introducción preliminar sobre la violencia y el racismo policiales en Estados Unidos después de reunirse, desde el pasado 24 de abril y hasta hoy, con víctimas y miembros de la sociedad civil, además de autoridades locales, estatales y federales, en Washington, Atlanta, Los Ángeles, Chicago, Mineápolis y Nueva York.
“Confirmamos que hay un serio problema en EE.UU. con la conducta de distintos cuerpos policiales en perjuicio de personas de descendencia africana”, ha indicado el abogado y defensor de derechos humanos Juan Méndez, uno de los tres miembros del mecanismo, a la agencia española de noticias EFE.
En este sentido, ha asegurado que su informe, basado en los testimonios recabados durante el viaje, solamente provee una punta del iceberg de la violencia y el racismo policiales en EE.UU., lamentando que estas cuestiones no son casos aislados. Según Méndez, a pesar de la consciencia de las autoridades estadounidenses del problema, y sus iniciativas prometidas, no hay una regulación estandarizada a nivel federal al respecto.
Al considerar el problema como un discurso de odio, ha señalado que es difícil eliminar completamente “la supremacía blanca de las fuerzas policiales, especialmente si hay una cierta tolerancia a dejar que cada uno piense como quiera”.
De acuerdo a las conclusiones del panorama, existe un trauma generacional en el país norteamericano que deriva de su historia de la esclavitud. El informe, citando a datos disponibles sobre los arrestos, sentencias o privación de derechos en algunos estados, ha señalado que de la discriminación racial ha penetrado en todos los contactos con las fuerzas del orden, impactando desproporcionalmente los afrodescendientes.
“En Estados Unidos la inequidad racial se remonta a la misma creación del país y no hay atajos para la situación: se necesita un enfoque gubernamental”, ha comentado Tracie Keesee, otra de las integrantes de la misión, en una conferencia de prensa, junto a la sudafricana Yvonne Mokgoro, la presidenta del mecanismo. Tras afirmar que la arraigada desigualdad racial, conduce a la consecuencia de la “criminalidad y delincuencia” de los afroestadounidenses, ha urgido a una reforma integral y un fuerte liderazgo en todos los niveles, una medida más que un eslogan.