Durante la sesión, el Parlamento afirmó su total solidaridad con el pueblo palestino y su lucha por recuperar su tierra, el regreso de los refugiados y el establecimiento de un Estado palestino independiente con Jerusalén como capital.
El presidente del Parlamento, Adel Al-Asoumi, señaló en su discurso que la ocupación israelí está destruyendo la infraestructura en Palestina y cometiendo crímenes de guerra que reflejan su desprecio por el derecho internacional.
Al-Asomi destacó que Palestina seguirá siendo la primera causa de los árabes y expresó el aprecio de los pueblos árabes por el pueblo de Palestina que está librando la batalla de la existencia frente a un enemigo brutal.
Durante la sesión, el Parlamento Árabe llamó a los parlamentos amigos a apoyar al pueblo palestino y condenar la grave escalada de la ocupación israelí contra la Franja de Gaza, Cisjordania y la Jerusalén ocupada, donde libra una guerra de exterminio.
Exigió la apertura de corredores humanitarios a través de las Naciones Unidas y la UNRWA, y advirtió de los llamados a desplazar a los ciudadanos de la Franja de Gaza en un intento de vaciarla de su población, lo que se considera una repetición del escenario de la Nakba.