El enfrentamiento entre la Colombia de Gustavo Petro y el gabinete extremista de Benjamín Netanyahu escala por el genocidio que fuerzas israelíes cometen en Gaza.
Se pensaba que el 1 de mayo cuando Petro avisaba en Bogotá de la ruptura de nexos con el ente sionista, en medio de una muchedumbre con banderas palestinas iba a ser el corolario, pero, Netanyahu no ha soportado que el primer presidente de izquierda de Colombia pidiera el viernes a la Corte Penal Internacional que emita una orden de captura en su contra por el genocidio que las fuerzas israelíes cometen en Gaza.
Según el premier israelí, Petro es un “partidario antisemita de HAMAS (Movimiento de Resistencia Islámica de Palestina)”, por lo que “debería avergonzarse”.
La respuesta del exguerrillero colombiano fue rápida. “Los semitas no deben ser artífices de un genocidio, porque lo sufrieron”, escribió Petro en su cuenta de X.
Para Petro, lo que está cometiendo Netanyahu es una barbarie, un genocidio y antihumanidad. “Ni antisemitas ni antihumanos. Si Gaza muere, muere la humanidad”, manifestó.
El mismo sábado, la Cancillería de Colombia exigió respeto al presidente, a través de un comunicado, y rechazó “las acusaciones falsas” de Netanyahu. “La lucha del presidente Petro por la vida, la paz y la justicia, va más allá de nuestras fronteras, así como su apoyo al multilateralismo para preservar la convivencia de las naciones y evitar la guerra”, señaló.
Además, indicó que Netanyahu busca tergiversar la exigencia de respeto por el derecho internacional por apoyo “al terrorismo o antisemitismo”.
