Manifestantes franceses chocan con la Policía en Nanterre, Francia, tras el asesinato de Nahel Merzouk.
El Parlamento de Francia aprueba un proyecto de ley que permite a la Policía gala espiar a los ciudadanos a través de sus teléfonos de móviles.
Con el objetivo de imponer más restricciones a los manifestantes franceses, el Parlamento del país europeo ha aprobado este jueves un proyecto de ley de reforma judicial que permite a la Policía espiar a sospechosos activando a distancia cámaras y micrófonos, incluido el GPS de sus teléfonos.
La medida, que abarca computadoras portátiles, automóviles y otros objetos conectados, así como teléfonos, permitiría la geolocalización de sospechosos en delitos punibles con al menos cinco años de cárcel.
Los dispositivos también podrían activarse de forma remota para grabar sonido e imágenes de personas sospechosas de delitos de terrorismo, así como delincuencia y crimen organizado.
Conforme a esta ley, cualquier uso de la disposición debe ser aprobado por un juez, mientras que la duración total de la vigilancia no puede exceder de seis meses.
La autorización de espionaje, que forma parte de un proyecto de ley más amplio para reformar las leyes de justicia, ha sido aprobada por la solicitud del ministro de Justicia, Eric Dupond-Moretti, quien insiste en que la ley afecta solo a “unas docenas de casos al año”.
En mayo, cuando por primera vez el Gobierno de Emmanuel Macron planteó esta propuesta, el grupo de derechos digitales La Quadrature du Net condenó el plan y expresó serias preocupaciones sobre las infracciones de las libertades fundamentales.
El ministro del Interior de Francia apoyó la violencia policial contra los manifestantes y afirmó que 45 000 uniformados quedarán desplegados en las calles.
En este sentido, La Quadrature du Net subrayó la necesidad de respetar al “derecho a la seguridad, el derecho a la vida privada ya la correspondencia privada” y “al derecho a entrar y salir libremente”, y calificó la propuesta como parte de un “deslizamiento hacia la seguridad de mano dura”.
Esta noticia sale a la luz mientras que el gobierno francés abogó el miércoles por suspender algunas de funciones de las redes sociales con el fin de acabar con protestas populares contra brutalidad policial, en las que al menos 4000 personas han sido detenidas y pendientes de ser juzgadas.
Francia vive jornadas de masivas protestas por el asesinato de Nahel Merzouk, un joven de 17 años que fue baleado por un agente de policía en una parada de tráfico el pasado 27 de junio.