El dengue es una enfermedad febril que afecta a lactantes, niños y adultos, “con síntomas que van desde una fiebre moderada a una fiebre alta incapacitante, con dolor de cabeza severo, dolor detrás de los ojos, dolor muscular y en las articulaciones, y sarpullidos”, explica la Organización Mundial de la Salud (OMS).
En este sentido, el Grupo Asesor Estratégico de Expertos en Inmunización (SAGE) de la OMS recomienda por primera vez la administración de la vacuna tetravalente viva atenuada desarrollada por Takeda (TAK-003) a determinados grupos de la población en países endémicos.
Su incidencia en las Américas se ha incrementado enormemente en las últimas décadas y, en algunos casos, la enfermedad puede complicarse, causando choque, dificultad para respirar y/o complicaciones en órganos vitales. Por tanto, el dengue es una enfermedad de alto impacto en la salud pública en los países endémicos que, además, “está a punto de aumentar aún más tanto en términos de incidencia como de expansión, debido al cambio climático y la urbanización”, ha alertado recientemente el organismo internacional.
La OMS aconseja la introducción de la vacuna en zonas con una alta carga de morbilidad por dengue y alta intensidad de transmisión. Según un informe de situación de la OMS, el total de casos de dengue notificados en 2022 ascendió a 2.809.818. La mayor incidencia de casos se notificó en estos países:
Nicaragua: 1.455,4 casos por 100 000 habitantes.
Brasil: 1.104,5 casos por 100 000 habitantes.
Belice: 788,9 casos por 100 000 habitantes.
En la Región de las Américas, entre el 1 de enero de 2023 y el 4 de marzo de 2023 se notificaron en total 342.243 casos de dengue. En este mismo periodo, la mayor incidencia acumulada se ha notificado en:
Bolivia: 264,4 casos por 100 000 habitantes.
Nicaragua: 196,8 casos por 100 000 habitantes.
Belice: 145,6 casos por 100 000 habitantes.
El dengue, al igual que el zika y el chikungunya, es una enfermedad endémica en un buen número de países de América del Sur, América Central y Caribe, así como del Sudeste asiático, Pacífico Occidental, Oceanía y África subsahariana.
“La incidencia ha aumentado casi ocho veces desde el año 2000”, afirmaba el pasado mes de agosto el doctor Raman Velayudhan, Jefe de la Unidad de Salud Pública Veterinaria, Control de Vectores y Medio Ambiente, y Enfermedades Tropicales Desatendidas de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Según el Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC, por sus siglas en inglés), están ocurriendo brotes de dengue en diferentes países del mundo en las Américas, África, Medio Oriente, Asia y las Islas del Pacífico. En este mapa se puede consultar la incidencia de dengue a nivel mundial y los lugares en los que se han reportado casos recientemente.
En las regiones del Pacífico Occidental y Asia Sudoriental también se han registrado aumentos de la incidencia en dengue durante 2023 en varios países, destacando Malasia, Tailandia y Sri Lanka, recoge el Ministerio de Sanidad de España.
La vacuna ha probado su eficacia en pruebas realizadas entre pacientes de cuatro a 16 años en Asia y Latinoamérica, explicó la científica finlandesa Hanna Nohynek, presidenta del grupo que asesora a la OMS.
Así, es eficaz en los cuatro serotipos del virus en niños seropositivos al inicio (4-16 años) en países endémicos y contra los serotipos 1 y 2 en niños seronegativos al inicio.
Los expertos del organismo internacional recomiendan la administración de la vacuna a niños de seis a 16 años de edad. “Dentro de este rango de edad, la vacuna debe introducirse aproximadamente 1 o 2 años antes del pico de incidencia de hospitalizaciones relacionadas con el dengue específico de la edad. La vacuna debe administrarse en un esquema de 2 dosis con un intervalo de 3 meses entre dosis”, detallan.