Cubanos radicados en el país norteamericano caminan 2.000 kilómetros hacia Washington D.C. en reclamo contra las sanciones hacia la isla. ‘En Órbita’ conversó con el profesor Carlos Lazo, impulsor de la iniciativa y del movimiento contra el bloqueo ‘Puentes de Amor’.
El grupo de personas salió de Miami el domingo 27 de junio y este viernes 2 de julio llegó al límite del estado de Florida con Georgia.
El profesor Carlos Lazo explicó a En Órbita que el objetivo es presentar una carta en la Casa Blanca “como prueba de que un gran número de la comunidad cubanoamericana y de cubanos en la isla apoyan levantar las sanciones“.
El docente, impulsor de la iniciativa y del movimiento contra el bloqueo Puentes de Amor, ha organizado viajes a la isla con sus alumnos y familias para visitar escuelas cubanas y forjar la relación entre los pueblos, entre otras actividades.
“En nuestra petición pedíamos seis cosas fundamentales: reabrir la Embajada [de EEUU] en La Habana, restaurar el programa de reunificación familiar, permitir el envío de remesas a la isla, restablecer los vuelos a las provincias interiores de Cuba, que los norteamericanos pudieran viajar libremente a Cuba, y que se establecieran lazos de cooperación científica y económica entre ambos pueblos”, afirmó.
El profesor destacó el apoyo que estas personas reciben durante la caminata pero también denunció agresiones e incluso amenazas de muerte en redes sociales.
“Esto responde a un patrón de intimidación, de macartismo, existente en Miami, donde influencers demonizan a quien quiera mejorar las relaciones entre los países y levantar las sanciones a las familias cubanas”, lamentó.
Lazo indicó que la polarización se acrecentó debido al discurso y las duras medidas del expresidente Donald Trump (2017-2020) hacia la isla. “El trumpismo es un virus que ha influido en este tema, en ese odio y discriminación transmitido hacia quien piense diferente”, sostuvo el docente entrevistado.
En esta edición de En Órbita también abordamos —entre otros temas— la crisis en Haití, marcada por la violencia en Puerto Príncipe y la situación política. Y además la preparación de atletas bolivianos para los JJOO de Tokio.
