“No lo hemos hecho hasta ahora, no era necesario, aunque también sufrimos cierta escasez de municiones en un período determinado. Pero, si las usan contra nosotros, nos reservamos el derecho de actuar simétricamente”, ha dicho este domingo Vladímir Putin en una entrevista con el canal de televisión Rossiya 1.
De hecho, ha dado a conocer que Rusia dispone de “suficientes reservas de municiones de racimo de diferentes tipos”.
Asimismo, el mandatario ruso ha enfatizado que el suministro de municiones de racimo al régimen de Kiev “debería considerarse un crimen”.
“La propia Administración de EE.UU. ofreció hace algún tiempo, por boca de sus empleados, una evaluación de las municiones de racimo, al calificarlas como un crimen. Y habría que verlo como tal, creo”, ha declarado.
Rusia responderá con dureza al suministro por EE.UU. de bombas de racimo a Ucrania, declaró el presidente del Comité Internacional del Consejo de la Federación (Senado ruso).
Putin ha afirmado que Washington ofreció el uso de municiones de racimo a Kiev, dada “la escasez generalizada de municiones”.
El envío de municiones de racimo, arma sumamente peligrosa con un negro historial por causar efectos devastadores y numerosas víctimas civiles, anunciado el 7 de julio por la Casa Blanca, forma parte de un nuevo paquete de ayudas ofensivas al país eslavo.
El inquilino de la Casa Blanca, Joe Biden, reconoció posteriormente que los ucranianos “se están quedando sin munición” y “necesitan” estas armas.
Analistas militares advierten de que las bombas de racimo aliviarán la escasez de municiones de artillería de Ucrania, pero probablemente no ayudarán de inmediato a Kiev en su ofensiva contra las defensas rusas, según un informe publicado el viernes el diario estadounidense The New York Times.