El presidente ruso, Vladímir Putin, ha afirmado este jueves ante un auditorio abarrotado que él “nunca se ha negado” a negociar con Ucrania y que está dispuesto a hacerlo, pero “sobre la base de los acuerdos alcanzados y registrados en Estambul”, en referencia a las rondas de diálogo realizadas por ambos países en la capital turca los primeros meses de la invasión. Las únicas ocasiones en la que ambos países se han sentado a negociar el fin del conflicto en estos dos años y medio de guerra. La declaración se produce en medio de grandes cambios en el Gobierno de Zelenski, que este miércoles sustituyó a la mitad de su Ejecutivo. Entre ellos a una figura tan relevante como la de su ministro de Exteriores, Dmytro Kuleba, que ha sido sustituido desde este jueves por Andrí Sibiga.
Preguntado durante la sesión plenaria del Foro Económico Oriental, el mandatario ruso ha insistido en que no aceptará “demandas efímeras” y ha aprovechado para culpar a Kiev de que se rompiera el diálogo en 2022. Según Putin, fue en ese momento cuando se pusieron sobre la mesa “todos los parámetros de un posible acuerdo de paz”, pero que el entonces primer ministro británico, Boris Johnson, “ordenó” a Zelenski que “combatiese hasta el último ucraniano”. “Si hubiesen aplicado lo que acordamos en lugar de obedecer a sus amos de otros países, la guerra se hubiese terminado hace mucho”, ha dicho.
No es la primera vez que el Gobierno ruso insiste en retomar lo hablado durante las negociaciones en Estambul. En abril de este año el portavoz de la Presidencia rusa, Dmitri Peskov, aseguró que dichos acuerdos podrían servir de base para un nuevo diálogo con Ucrania; matizando que la realidad actual sobre el terrenos es diferente. “Desde entonces ha habido muchos cambios, tenemos nuevas regiones inscritas en la Constitución, esto hace dos años no estaba”, dijo en referencia a las anexiones en la Federación rusa de las regiones de Donetsk, Lugansk, Jersón y Zaporiyia.
Lo cierto es que lo hablado en Estambul nunca llegó a firmarse de manera oficial, ya que muchos de los llamados acuerdos eran borradores o principios de acuerdo. En aquel entonces se habló no solo de la posible neutralidad de Ucrania (algo que entonces no parecía descabellado para Kiev pero que actualmente está descartado), sino también la cesión a Rusia de todos los territorios ocupados entonces o la soberanía de la anexionada Crimea y la posibilidad de dar la independencia a Donetsk y Lugansk. Pese a esta supuesta oferta, Zelenski ya ha dejado claro que no negociará en ningún caso la cesión de los territorios ucranianos ocupados que Moscú considera propios, al igual que tampoco quiere renunciar a alianzas con la UE y la OTAN.
El presidente ucraniano anunció hace días que entregaría a Joe Biden este mes de septiembre un nuevo plan de paz e invitó a Rusia a una nueva cumbre en la que se pudiera debatir el alto el fuego. Por el momento el Kremlin se ha negado y este jueves Putin ha dicho estar “constantemente en contacto” con los líderes internacionales que él considera interesados en resolver el conflicto: Brasil, China e India. El mandatario ruso considera que son los que “se esfuerzan sinceramente por ayudar a resolver todos los detalles de este proceso difícil“. Además, ha apuntado que “desde hace mucho” no habla con ningún líder europeo o de Estados Unidos.
Otro de los elementos que desde hace un mes está sobre la mesa es la ocupación ucraniana de territorio ruso en Kursk, una región fronteriza. El objetivo de esta incursión militar era que Rusia diversificara sus esfuerzos en el Donbás y se viera forzado a enviar tropas a defender su territorio (algo que no ha ocurrido) y utilizar ese territorio como baza de cara a una futura negociación. Kiev habla ya de más de cien localidades tomadas y 1.300 kilómetros cuadrados conquistados, aunque Putin ha dado por estabilizada la situación en la zona e incluso ha apuntado este jueves que están recuperando terreno.
Así mismo, el líder ruso ha apuntado que antes de negociar expulsarán a las tropas ucranianas de Kursk. “Nuestras fuerzas armadas estabilizaron la situación y han comenzado a expulsar (al enemigo) de los territorios fronterizos”, explicó. Putin agregó que Kiev no ha conseguido el objetivo que perseguía con el ataque, ya que continúan ganando y consolidando territorio en el Donbás. “Por el contrario, al trasladar sus unidades más grandes y mejor entrenadas a las zonas fronterizas, el enemigo se debilitó en sectores clave y nuestras tropas aceleraron las operaciones ofensivas”, ha sentenciado.