- El presidente ruso, Vladimir Putin, se jacta de las armas avanzadas que Rusia tendría.
- En un discurso, Putin dijo que Rusia con su armamento está años, si no décadas, por delante de sus rivales extranjeros.
- Al mismo tiempo, Rusia se ve obligada a desplegar armas anticuadas de la era soviética en Ucrania, debido a las grandes pérdidas sufridas por el ejército ruso en Ucrania.
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El presidente ruso Putin tuvo el pasado lunes en un discurso sobre el arsenal del país. Según Putin, las armas rusas son mucho más avanzadas que las de sus rivales en Occidente.
Pero en Ucrania, donde Rusia invadió a finales de febrero y que Putin pensó que podría conquistar rápidamente, la Rusia de pura miseria ha pasado a los viejos tanques de la era soviética que todavía estaban en los depósitos de armas. Esto resultó necesario para compensar las grandes pérdidas en el campo de batalla.
Putin habló el lunes en una reunión militar a las afueras de Moscú. El presidente ruso enfatizó en una charla promocional que las armas rusas son el estado del arte. Putin también dijo que Rusia está dispuesta a vender armas pequeñas, artillería y aviones no tripulados.
Putin también afirmó que los expertos militares tienen un gran respeto por las armas del ejército ruso. El presidente ruso indicó que la mayoría de esas armas habían sido probadas con éxito varias veces en el campo de batalla, lo que habría promovido un mayor desarrollo de la tecnología para la industria armamentística rusa.
“Estamos hablando de armas de precisión y robótica, sistemas de combate basados en nuevos principios físicos”, dijo Putin en su discurso. “Muchas de estas armas son años, si no décadas, más avanzadas que sus contrapartes extranjeras e infinitamente superiores en términos de características tácticas y técnicas”.
Rusia utiliza viejos tanques para la guerra en Ucrania
Los comentarios de Putin se producen en un momento en que las fuerzas rusas están luchando por ganar terreno en Ucrania. Además, las tropas rusas no solo han perdido muchas armas, sino también soldados.
El Departamento de Defensa de Estados Unidos ha estimado las pérdidas rusas y ha calculado que unos 80.000 soldados rusos murieron y al menos 4.000 vehículos blindados fueron destruidos. Como resultado, el ejército ruso se vio obligado a usar armas antiguas y anticuadas para compensar la pérdida de potencia de fuego y fuerza.
A finales de mayo, las pérdidas en el lado ruso fueron tan grandes que Putin tuvo que retirar del almacenamiento los tanques T-62 muy obsoletos para reemplazar los tanques modernos que habían sido destruidos en la batalla.
Ucrania y sus aliados occidentales indicaron en mayo que Rusia tuvo que absorber pérdidas significativas de sus divisiones de tanques, lo que obligó a Rusia a desplegar tanques rusos a partir de los años 60. Sin embargo, estos tanques son mucho menos avanzados que los tanques rusos T-72 y T-80.
El servicio de inteligencia británico anunció entonces que “los tanques T-62 casi con seguridad serían particularmente vulnerables a las armas antitanque y que su presencia en el campo de batalla llamaría la atención sobre la escasez de armamento moderno listo para el combate en el lado ruso”.
