El portavoz Dmitry Peskov dijo que el horario de trabajo de Putin no le permitiría asistir al evento el sábado.
Dijo que el líder ruso había presentado sus respetos en el hospital de Moscú donde Gorbachov murió el martes, a los 91 años.
Las reformas de Gorbachov ayudaron a poner fin a la Guerra Fría, pero vieron la desaparición de la Unión Soviética, que Putin ha lamentado.
Advertencia: algunos lectores pueden encontrar el video a continuación angustiante.
En 2005, el presidente ruso dijo que la desintegración de la URSS era “la mayor catástrofe geopolítica del siglo XX”.
Sin embargo, en su telegrama de condolencias a la familia de Gorbachov el miércoles, Putin hizo una nota más conciliadora, describiéndolo como “un político y estadista que tuvo un gran impacto en el curso de la historia mundial”.
El jueves, la televisión estatal rusa mostró a Putin colocando rosas rojas junto al ataúd de Gorbachov en el Hospital Clínico Central de Moscú.
“Desafortunadamente, el calendario de trabajo del presidente no le permitirá hacer esto el 3 de septiembre, por lo que decidió hacerlo hoy”, dijo Peskov a los periodistas.
El funeral de Gorbachov, que estará abierto al público, tendrá lugar en el Salón de columnas de Moscú.
Posteriormente, será enterrado en el cementerio Novodevichy de la ciudad, junto a su esposa Raisa, quien murió en 1999.
Peskov dijo que la ceremonia de Gorbachov tendría “elementos” de un funeral de Estado y que el Estado estaba ayudando a organizarlo.
Putin no será el único ausente notable del funeral. Muchos de los líderes extranjeros que se esperaba que asistieran están actualmente excluidos de suelo ruso, en represalia por las sanciones occidentales impuestas debido a la invasión rusa de Ucrania.
Los principales políticos de los Estados Unidos, el Reino Unido, la UE, Japón y Canadá se encuentran entre los que están en la lista de exclusión, incluidos el presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, y el primer ministro del Reino Unido, Boris Johnson, así como los dos candidatos que compiten por sucederlo, Liz Truss y Rishi Sunak.
El Kremlin diría, ¿de qué se trata todo este alboroto? Vladimir Putin ha expresado sus condolencias a la familia de Mikhail Gorbachev (en un breve telegrama). También ha depositado flores en el ataúd abierto de Gorbachov.
Pero no, no irá al funeral. La razón oficial: no hay espacio en su apretada agenda. Diario completo. Esa explicación poco convincente está alimentando la especulación de que, en realidad, no es que Putin no tenga tiempo, sino más bien ningún deseo de asistir.
En otras palabras, es un desaire. ¿Por qué podría ser eso? Bueno, para empezar, para aquellos en el poder en Rusia hoy, Mikhail Gorbachev es visto como un líder débil e indeciso que dejó escapar a una superpotencia, y la influencia global de Rusia.
Además, el presidente Putin ha estado ocupado desmantelando el legado de Mijaíl Gorbachov. Gorbachov abrió el país, concedió libertades a su pueblo y buscó la paz y la amistad con las naciones occidentales. Eso no es cosa del presidente Putin en absoluto. Ha estado quitando libertades, suprimiendo las instituciones democráticas y abrazando la idea de la confrontación con Occidente.
Eso, junto con la invasión de Ucrania, mantiene muy ocupado al presidente Putin. No es de extrañar que su diario esté lleno.