El mandatario ruso hizo el miércoles una visita a una base militar de la región de Kursk, en el oeste de Rusia, donde se reunió con el jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas rusas, Valeri Gerasimov.
Putin destacó los logros de sus tropas en repeler la ofensiva militar que Ucrania lanzó el pasado mes de agosto en la zona y declaró que la contraofensiva dejó más de 67 000 militares ucranianos muertos y heridos, además de la destrucción de cientos de vehículos blindados y carros de combate del enemigo.
“Nuestra tarea en el futuro próximo, en el menor tiempo posible, es derrotar finalmente al enemigo, que se ha atrincherado en el territorio de la región de Kursk y todavía está llevando a cabo operaciones militares aquí, para liberar completamente el territorio de la región de Kursk y restablecer la situación a lo largo de la frontera estatal”, enfatizó.
En este sentido, ordenó establecer una zona de seguridad a lo largo de la frontera de Kursk y aseveró que tanto los soldados ucranianos capturados como los “mercenarios extranjeros” serán tratados como terroristas, por cometer delitos y violar las leyes y las órdenes del Ejército de Rusia.
En este contexto, Gerasimov anunció que 430 soldados ucranianos han sido detenidos y que el ejército del enemigo “ha comenzado a rendirse activamente” al ver inútil seguir resistiendo.
Aseveró que el 86 % del territorio ocupado por Ucrania en Kursk ha sido liberado, y que el enemigo ha perdido más de 67 000 soldados y 7000 vehículos blindados y de combate en Kursk.
Entretanto, el portavoz de la Presidencia rusa, Dimitri Peskov, afirmó que durante dicha visita, las tropas rusas informaron a Putin sobre el inicio de la etapa final de la operación para liberar la región y expulsar totalmente a las fuerzas ucranianas.
La ofensiva de Kursk, lanzada en agosto, fue calificada por los expertos como “la apuesta de Zelensky” para luego utilizarla como una moneda de cambio en las negociaciones con Rusia y obtener un renovado apoyo mundial.
Según informes, el ejército ucraniano se ha visto obligado a retirarse de muchas zonas de Kursk después de sufrir grandes bajas.
La visita de Putin se produjo un día después de que delegaciones estadounidenses y ucranianas se reunieran en la ciudad saudí de Yeda para negociar la paz en Ucrania. Tras las conversaciones, Kiev expresó su disposición a aceptar la propuesta de EE.UU. de un alto el fuego de 30 días, a cambio de recuperar la ayuda militar y el intercambio de inteligencia estadounidenses a Ucrania.
Ahora, Estados Unidos está negociando con para aceptar, por su parte, el acuerdo e implementar la tregua.