La primera reunión entre los presidentes de Rusia, Vladímir Putin, e Irán, Masud Pezeshkian, se saldó el viernes con duras críticas iraníes a Israel y una escenificación de la asociación estratégica entre ambos países, aliados en la guerra de Ucrania y enfrentados a Occidente.
“El régimen sionista no respeta ningún marco jurídico y humanitario internacional. La situación en la región (de Oriente Medio) es crítica”, dijo Pezeshkian, según informó el Gobierno iraní en un comunicado.
Putin acudió por sorpresa a un foro internacional en Asjabad, capital de la república centroasiática de Turkmenistán, país bañado por el mar Caspio que comparte frontera con Irán. Como anécdota, Putin violó las leyes de Turkmenistán al llegar en una limusina negra en lugar de un automóvil blanco o plateado reglamentario.
“Nosotros (rusos e iraníes) trabajamos activamente en la arena internacional y nuestras valoraciones de los acontecimientos mundiales son a menudo muy cercanas”, señaló el líder ruso al comienzo de la reunión.
Putin, muy aficionado a los números, destacó el incremento en lo que va de año de los intercambios comerciales entre ambos países objeto de numerosas sanciones occidentales.
Por su parte, según el Gobierno iraní, Pezeshkian subrayó que la relación con Rusia “es cordial y estratégica”.
“Económica y culturalmente, nuestros vínculos son cada día más fuertes. La tendencia al alza de la cooperación entre Irán y Rusia debe acelerarse con la voluntad de los máximos líderes de los dos países de fortalecer estos lazos”, señaló.
El iraní subrayó que ambos países son “complementarios”, por lo que “pueden ayudarse mutuamente”. “Nuestras posiciones en el mundo están mucho más cerca que las de otros”, resaltó.
Pezeshkian acusó a Israel de violar “todos los acuerdos habidos y por haber”. Israel “Lo hace porque sabe que cuenta con Estados Unidos y la Unión Europea”, añadió.
Las conversación duró por espacio de casi una hora, según el Kremlin, que agregó que Putin invitó a su colega iraní a visitar Rusia, invitación que Pezeshkian aceptó de buen gusto.