Abdourahmane Tchiani, que gobierna el país tras el golpe de Estado el pasado 26 de julio, propuso una transición de poder de tres años y advirtió que cualquier intervención militar en su país “no será un paseo por el parque”.
Una delegación de la Comunidad Económica de Estados de África Occidental (CEDEAO) pudo hablar este sábado con el depuesto presidente nigerino, Mohamed Bazoum, en Niamey, la capital de Níger, donde se reunió después con el líder de la junta militar que dio el golpe de Estado del pasado 26 de julio, Abdourahmane Tchiani, a fin de encontrar una solución pacífica a la crisis que atraviesa el país. Sin embargo, el encuentro, que no parece haberse traducido en resultados concretos, no arrojó luz sobre los próximos pasos a seguir, dijo a AP una fuente cercana al asunto.
El funcionario, que habló en condición de anonimato, señaló que en las conversaciones duraron unas dos horas, aproximadamente, y que Tchiani presionó para que se levantaran las sanciones económicas y de viaje impuestas por el grupo regional, alegando que la población de Níger estaba sufriendo a causa de ellas, si bien no se mostró dispuesto a hacer demasiadas concesiones a cambio.
Según el funcionario, el líder de la junta militar aseguró, en ocasiones con un tono “conciliador”, que estaba bajo presión, aunque se mostró “desafiante” en lo relativo a su decisión de derrocar a Bazoum” y aseguró que “no regresaría al poder”.
Además, agregó que Tchiani expresó su preocupación sobre un posible ataque de Francia, que tiene unos 1.500 soldados en el país y ha estado brindando entrenamiento y realizando operaciones conjuntas con el Ejército nigerino.
Una transición de poder de tres años
Durante un discurso televisado la noche sábado, Tchiani, dijo que su intención “no es confiscar el poder” y propuso una transición de poder de tres años. “Reafirmo también nuestra disponibilidad a todo diálogo, siempre que tengan en cuenta las orientaciones deseadas por el pueblo de nigerino”, agregó citado por el medio francés LeFigaro.
Al mismo tiempo, el líder de la junta militar estableció un plan de trabajo nacional que incluye un periodo de 30 días de “diálogo nacional” para formular “propuestas concretas” con la mira puesta en sentar “las bases de una nueva vida constitucional“.
“Ni el Consejo Nacional para la Salvaguardia de la Patria, ni el pueblo de Níger quieren la guerra y permanecen abiertos al diálogo”, sostuvo. “Pero seamos claros: si se emprende un ataque contra nosotros, no será el paseo por el parque que algunas personas creen que será”, advirtió.
Miles de manifestantes en apoyo a la junta
Paralelamente, miles de personas se reunieron este domingo en las calles de la capital para mostrar su apoyo a la junta y corear consignas contra el bloque regional y contra Francia en protesta por la presencia militar de la antigua metrópoli.
Los manifestantes ondeaban pancartas en las que podían leerse lemas como: “Alto a la intervención militar” y “No a las sanciones”, en referencia a las restricciones financieras y comerciales impuestas por la CEDEAO.
Asimismo, miles de hombres llegaron el sábado al estadio principal de Niamey en respuesta al llamado de movilización masiva de ciudadanos para registrarse como voluntarios en apoyo a las fuerzas armadas en caso de invasión. Sin embargo, la multitud impidió que comenzara el proceso de registro, informó Reuters.
- El pasado 26 de julio, el autoproclamado Consejo Nacional para la Defensa de la Patria (CNSP) dio un golpe de Estado en Níger, que se tradujo en el derrocamiento del presidente, Mohamed Bazoum, y en la anulación de la Constitución. Los golpistas también comunicaron la formación de un Gobierno de transición en el país.
- La CEDEAO presentó una demanda para restituir al presidente derrocado. Sin embargo, las nuevas autoridades nigerinas rechazaron el ultimátum, después de lo cual los representantes del bloque abogaron por una “intervención militar”.
- Este viernes, desde la organización afirmaron que ya se ha fijado una fecha para las acciones militares. En respuesta, Kassoum Coulibaly, ministro de Defensa burkinés, declaró que su país está preparado para una posible agresión del bloque de África Occidental contra Níger y está dispuesto a apoyar a su vecino.
- Asimismo, los Gobiernos de Burkina Faso y Malí aseveraron a finales de julio en un comunicado conjunto que cualquier intervención militar en Níger sería considerada como “una declaración de guerra” contra ambas naciones.