Estados Unidos autoriza a las petroleras europeas a cargar petróleo desde Caracas sin enfrentarse a las sanciones impuestas por Washington
La petrolera española Repsol y la italiana Eni comenzarán a enviar petróleo venezolano a Europa a partir del próximo mes para compensar el veto al crudo ruso, según avanzaron a Reuters cinco personas familiarizadas con el asunto. De esta forma se reanudarán los intercambios de petróleo por deuda y por compensación de inversiones y otros trabajos que fueron suspendidos hace dos años, cuando Washington intensificó las sanciones contra Venezuela.
El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, confirmó en una intervención en televisión que Estados Unidos ha autorizado a Chevron, Eni y Repsol a explotar sus yacimientos de gas y petróleo en Venezuela. “Se están dando pasos, los primeros pasos. Estados Unidos hace una semana más o menos dio unos pasos leves, pero significativos al entregar licencias a la empresa Chevron de Estados Unidos, a la empresa ENI de Italia y a la empresa Repsol producir iniciar los procesos que los lleven a producir petróleo y gas en Venezuela para exportar a sus mercados naturales. Son pasos leves, pequeños”, ha señalado Maduro.
El cambio de postura se produce después de que EE UU autorizase a las petroleras europeas para operar en Venezuela eximiéndoles de las sanciones a cambio de dar pasos para reanudar el diálogo político con la oposición. Las autoridades estadounidenses comunicaron la noticia a las empresas el mes pasado, pero los detalles y las restricciones de reventa no se habían comunicado hasta ahora.
La administración del presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, espera que el crudo venezolano pueda ayudar a Europa a reducir la dependencia de Rusia y redirigir algunos de los cargamentos de Venezuela desde China. El volumen de petróleo que se espera que suministren Eni y Repsol desde Venezuela no es elevado, según aseguró una de las fuentes, que precisa que el impacto sobre los precios mundiales del petróleo será modesto. Eni y Repsol no respondieron a las solicitudes de comentarios.
La exposición patrimonial de Repsol a Venezuela a cierre de año era de 298 millones de euros. Esa cifra incluye financiación en dólares a los negocios conjuntos Cardon IV y Petroquiriquire por el equivalente a 166 millones y 304 millones de euros, respectivamente, y los créditos comerciales a cobrar frente a Petróleos de Venezuela (PDVSA) por de 344 millones de euros, minorados por provisiones por riesgos y gastos de 500 millones de euros, según las cifras de su último informe anual.
La luz verde de Washington para reanudar los flujos de petróleo congelado de Venezuela a Europa podría proporcionar un impulso simbólico para el presidente venezolano, Nicolás Maduro. El Departamento de Estado de Estados Unidos dio el visto bueno a las dos compañías europeas para reanudar los envíos en una carta, según detallaron las fuentes a Reuters.
A las dos empresas energéticas europeas, que tienen sociedades conjuntas con la petrolera estatal venezolana PDVSA les interesaría compensar los cargamentos de crudo con deudas impagadas y dividendos atrasados, pero por ahora eso no ha sido posible, según fuentes conocedoras de los acuerdos, sino que lo que se está compensando inicialmente son las nuevas inversiones y trabajos realizados en Venezuela para la producción de crudo y gas. En todo caso, lo que no hay son intercambios monetarios en uno u otro sentido.
Una condición clave, según una de las fuentes consultadas por Reuters, es que el petróleo recibido “tiene que ir a Europa” y “no se puede revender en otro lugar”. Washington cree que PDVSA no se beneficiará financieramente de estas transacciones en la que no se producen pagos en metálico, a diferencia de lo que ocurre con las actuales ventas de petróleo de Venezuela a China. Pekín no ha firmado las sanciones occidentales contra Rusia y ha seguido comprando petróleo y gas rusos a pesar del bloque Occidental.
Excepción de EE UU
Washington no ha hecho las mismas concesiones a la petrolera estadounidense Chevron Corp, la Oil and Natural Gas Corp Ltd (ONGC) de India y la francesa Maurel & Prom, que también presionaron al Departamento de Estado y al del Tesoro de EE UU para poder operar en Venezuela e intercambiar petróleo por miles de millones de dólares en deudas acumuladas. Las cinco compañías petroleras suspendieron el canje de petróleo por deuda a mediados de 2020 en medio de la campaña de “máxima presión” del expresidente estadounidense Donald Trump, que redujo las exportaciones de petróleo de Venezuela, pero no logró expulsar a Maduro.
La Administración Biden mantuvo conversaciones al más alto nivel con Caracas el pasado marzo. Entonces, Venezuela liberó a dos de al menos 10 ciudadanos estadounidenses encarcelados y prometió reanudar las conversaciones con la oposición.
Maduro aún tiene que acordar una fecha para volver a la mesa de negociaciones. Los legisladores republicanos y algunos de los compañeros demócratas de Biden que se oponen a cualquier apaciguamiento de Estados Unidos hacia Maduro han criticado el enfoque hacia Venezuela como demasiado unilateral. Washington sostiene que un mayor alivio de las sanciones a Venezuela estará condicionado al progreso hacia el cambio democrático mientras Maduro negocia con la oposición.
El mes pasado, la administración de Biden autorizó a Chevron, la compañía petrolera estadounidense más grande que aún opera en Venezuela, a entablar conversaciones con el gobierno de Maduro y PDVSA sobre futuras operaciones en Venezuela. Fue en ese momento, según calculan las fuentes de Reuters, cuando el Departamento de Estado remitió las autorizaciones confidenciales a Eni y Repsol diciendo que Washington “no se opondría” si reanudaban los acuerdos de petróleo por deuda y traían el petróleo a Europa. En las misivas, EE UU aseguraba a las empresas europeas que no se enfrentarían a sanciones si tomaban cargamentos de petróleo venezolano a cambio de cobrar deuda pendiente, dijeron dos personas en Washington.