La medida acaba con las esperanzas de un panel bipartidista y con ello el Partido Republicano quiere dejar atrás la violenta insurrección de los partidarios de Trump
Sin sorpresa, los senadores Republicanos bloquearon hoy la creación de una comisión especial que iba a investigar el mortífero asalto al Capitolio de EE.UU. el 6 de enero guiado por seguidores del entonces mandatario Donald Trump, quienes no reconocían el triunfo electoral de Joe Biden.
En total, la votación quedó 54 a favor de crear la comisión y 35 en contra. Se necesitaba el apoyo de al menos 60 senadores para avanzar. La medida acaba con las esperanzas de un panel bipartidista y con ello el Partido Republicano quiere dejar atrás la violenta insurrección de los partidarios de Trump, destacó en la víspera Associated Press.
Después de que los Republicanos de la Cámara Alta votaron para bloquear la legislación, la presidenta de la Cámara de Representantes (D), Nancy Pelosi, emitió un comunicado diciendo que el líder de la minoría del Senado, Mitch McConnell, y los miembros de su partido, “al negar la verdad de la insurrección del 6 de enero traen vergüenza al Senado”.
Se esperaba una amplia y efectiva oposición Republicana, aunque familiares de un agente que murió después del asalto y otros que enfrentaron a los insurrectos fueron esta semana a pedirles personalmente que apoyasen la creación de la comisión independiente.
Al menos 10 senadores Republicanos debían votar “sí” para avanzar en el proyecto de ley, pero sólo 6 lo hicieron. Nueve se abstuvieron y 35 se pronunciaron con un “no”. “Los Republicanos claramente anteponen sus preocupaciones electorales por encima de la seguridad del Congreso y del país”, agregó Pelosi, e insistió en que aún así los Demócratas “procederán a encontrar la verdad”.
En febrero, el Senado ya había absuelto a Trump de la acusación de haber incitado a los disturbios del 6 de enero allí mismo en El Capitolio. Luego, hace dos semanas el ex mandatario recibió otro fuerte espaldarazo de su partido, cuando la representante Liz Cheney -hija del ex vicepresidente Dick Cheney- fue destituida como presidenta de la Conferencia Republicana por oponerse abiertamente a sus denuncias de supuesto fraude electoral en 2020.