WASHINGTON (Sputnik) — El embajador de Rusia en Washington, Anatoli Antónov, aseguró que Estados Unidos y otros “patrocinadores de los criminales neonazis ucranianos” se acercan a una línea roja al permitir que el armamento occidental sea usado para atacar a Donetsk, Lugansk, Jersón y Zaporiyia.
“Los patrocinadores de los criminales neonazis se acercan a esa línea peligrosa de la que advertimos claramente en reiteradas ocasiones. Estados Unidos se convierte en parte del conflicto ucraniano”, señaló el embajador en un comunicado.
Antónov alertó que Washington azuza a Volodímir Zelenski a continuar atacando con las armas que los países de la OTAN le enviaron, sin medir las consecuencias.
“Los esfuerzos diplomáticos para hallar una solución pacífica a la crisis no pueden ser efectivos mientras los países occidentales utilicen al régimen de Zelenski como un mercenario contra Rusia”, subrayó.
El embajador recalcó que la respuesta defensiva de Rusia será contundente.
Antes, Antony Blinken, el ministro de Exteriores del presidente estadounidense Joe Biden, aseguró que la Casa Blanca no iba a impedir que Zelenski atacase con las armas norteamericanas a Donetsk, Lugansk, Jersón y Zaporiyia después de que esas entidades formen parte del territorio ruso tras la celebración de los referendos.
Donetsk, Lugansk, Jersón y Zaporiyia (estos dos últimos regiones de Ucrania) celebraron sendos referendos del 23 al 27 de septiembre para decidir su adhesión a Rusia. En una participación masiva de la población, el ‘sí’ ganó por mayoría absoluta en los cuatro territorios.
Lugansk y Donetsk se independizaron de Ucrania en 2014 tras el golpe de Estado que se produjo en Kiev, mientras que Jersón y Zaporiyia estaban siendo bombardeados por las fuerzas de Zelenski en los últimos meses, dejando numerosas víctimas civiles.
Los cuatro territorios declararon que buscan adherirse a Rusia para frenar los ataques del régimen ucraniano con las armas de la OTAN y garantizar la seguridad de sus habitantes.
Desde Moscú advirtieron antes a los Estados de la OTAN que cualquier cargamento de armas a Ucrania será un blanco legítimo de sus fuerzas y les instó a dejar de “jugar con fuego”.