“Es más correcto decir que nuestras tropas están disuadiendo la contraofensiva del llamado grupo de la OTAN que usa como escudos humanos a los militares ucranianos”, dijo Narishkin en una reunión de la Sociedad Histórica Rusa de la que también es director.
Además, Narishkin exhortó a los diplomáticos ucranianos que trabajan en otros países a trasladarse a Moscú, con garantías de seguridad para ellos y sus familias.
“Si se sienten responsables por el futuro de vuestra patria, de la paz y la estabilidad en Europa y sufren la presión del régimen criminal de Kiev que está llevando a Ucrania a una catástrofe nacional, vengan a Moscú donde tendrán garantizada su seguridad personal y la de sus familiares”, instó Narishkin a los “trabajadores de legaciones diplomáticas y oficinas de representación de organismos públicos de Ucrania en el exterior”.
Los representantes de la Cancillería ucraniana, así como de los ministerios de Defensa, Interior y los servicios especiales de Ucrania, afirmó el jefe del SVR, “tienden a quedarse” en los países de acogida después de concluir su misión.
“Un número considerable” de funcionarios ucranianos en la Unión Europea, según Narishkin, ya se han decantado por cambiar su estatus diplomático por el de refugiado o están barajando esa opción. Una tendencia similar, añadió el director del SVR, se observa en las naciones de Asia Pacífico.
Internacional
El Kremlin: Rusia “castigará” a Kiev por sus llamamientos a matar rusos
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A finales de septiembre de 2022, el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, presentó una solicitud de ingreso en la OTAN de forma acelerada. Más tarde, el consejero de seguridad nacional de EEUU, Jake Sullivan, señaló que la admisión de Ucrania es actualmente inoportuna.
Moscú ha declarado en más de una ocasión que la OTAN es un bloque en busca de confrontación. En abril de 2023, Peskov destacó que la OTAN fue concebida, diseñada y aplicada no como un instrumento de paz, sino de guerra.
Rusia continúa desde el 24 de febrero de 2022 una operación militar especial en Ucrania cuyos objetivos son proteger a la población de un genocidio por parte del régimen de Kiev y atajar los riesgos de seguridad nacional que representa el avance de la OTAN hacia el este.
