Después de varios días de especulaciones, las pruebas forenses realizadas a los cuerpos del avión estrellado el pasado miércoles en Rusia han confirmado la muerte del líder del Grupo Wagner, Yevgueni Prigozhin, en dicho accidente aéreo en el que también fallecieron otras nueve personas.
El Comité de Investigación de Rusia ha dado a conocer este domingo en un comunicado los resultados de las pruebas genéticas que han permitido identificar el cadáver del que fuera el líder de la compañía de mercenarios, y que hace tan solo dos meses encabezó una rebelión contra Putin.
“En el marco de la investigación del accidente aéreo en la región de Tver, se han completado los exámenes genéticos moleculares. A partir de sus resultados, se han establecido las identidades de los diez fallecidos, que corresponden a la lista que figura en la hoja de vuelo”, reza el comunicado recogido por la agencia de noticias TASS.
El avión Embraer Legacy 600 de Prigozhin se estrelló por causas aún desconocidas en la región rusa de Tver, a unos 300 kilómetros al noroeste de Moscú, cuando volaba de la capital rusa a San Petersburgo. Junto al líder de Wagner viajaban otras nueve personas, entre ellas Dimitri Utkin, otro de los hombres fuertes del grupo de mercenarios.
Utkin, antiguo oficial de la inteligencia militar rusa (GRU), combatió en Chechenia, Siria y Ucrania, y fue galardonado con el título de Héroe de Rusia y precisamente con su nombre en clave, ‘Wagner’, fue bautizada la compañía de mercenarios.
Entre los diez ocupantes del avión se encontraba, asimismo, Valeri Chekálov, responsable de la seguridad personal de Prigozhin y de parte de sus negocios, recientemente sancionado por Estados Unidos.
Por ahora, las investigaciones no han arrojado luz sobre las causas del siniestro, entre las que se barajan una explosión a bordo, un fallo técnico o incluso un error de pilotaje.
Algunos medios han señalado la posibilidad de que la aeronave pudo ser abatida, intencionadamente o por error, por misiles de las unidades de defensa antiaérea que protegen una residencia del presidente ruso, Vladímir Putin, situada junto a la ruta que seguía el avión.
Ante las sospechas y especulaciones de que Putin podría estar detrás del siniestro del avión de Prigozhin, el Kremlin lo ha negado rotundamente. “Es una absoluta mentira”, enfatizó el portavoz de la Presidencia rusa, Dmitri Peskov.
Casualidad o no, Prigozhin perdió la vida exactamente dos meses después de que sus mercenarios lanzasen una rebelión sin precedentes contra la cúpula militar rusa, que se saldó con un paso atrás del líder de Wagner y el traslado de estos efectivos a Bielorrusia.
