© Sputnik / Servicio de prensa del Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia
MOSCÚ — Moscú dará una respuesta dura a cualquier intento de Washington de cruzar las líneas rojas en las relaciones con Rusia, advirtió en una entrevista con Sputnik el ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov.
“Desde luego reaccionaremos con dureza a cualquier intento de cruzar las líneas rojas que, como habéis oído, definimos nosotros mismos”, aseveró.
Al mismo tiempo el canciller ruso afirmó que “si dependiera solo de nosotros, probablemente, regresaríamos a las relaciones normales” y, como primer paso, “anularíamos todas las medidas que se tomaron para restringir el trabajo de los diplomáticos de Rusia y EEUU”.
Lavrov dijo que Rusia ya hizo tal propuesta después de la investidura del presidente estadounidense, Joe Biden, pero Washington impuso nuevas sanciones a las que Moscú se vio obligada a responder de manera asimétrica “tal y como había advertido”.
Subrayó que las relaciones pueden volver a la normalidad si EEUU “deja de actuar desde la posición del señor (…), comprende que son inútiles los intentos de restaurar el mundo unipolar, crear una arquitectura en la que todos se sometan a los países occidentales y el bloque occidental reclute bajo sus banderas a otros países de varios continentes contra China y Rusia”.
Según Lavrov, EEUU debe entender que “la Carta de la ONU no establece en vano tales principios como el respeto a la soberanía, la integridad territorial, la no injerencia en los asuntos internos y la igualdad soberana de los Estados” y debe cumplir con esos compromisos.
El jefe de la diplomacia rusa abogó por el diálogo en base al respeto mutuo como una de las condiciones para normalizar las relaciones. El canciller ruso también sostuvo que, a diferencia de los tiempos de ‘guerra fría’ con los que se comparan las relaciones actuales entre Rusia y EEUU, las últimas “carecen de respeto mutuo”.
Respecto a las críticas a los diplomáticos rusos por no ser lo suficientemente flexibles, Lavrov respondió que en Rusia “además de las ganas de vivir bien, (…) el sentido de orgullo nacional siempre ha jugado un papel no menos importante en todo lo que se ha hecho en la historia milenaria” y se mostró seguro de que para la mayoría del pueblo los valores del país tienen importancia.
Reunión con Blinken
Lavrov está dispuesto a reunirse con el secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, al margen de la reunión ministerial del Consejo Ártico en la capital islandesa Reikiavik.
Lavrov confirmó que tiene previsto asistir al encuentro, programado para los días 20 y 21 de mayo.
“Si el secretario de Estado encabeza la delegación estadounidense, entonces estaré listo para sostener consultas con él”, dijo Lavrov.
El ministro precisó que a finales de mayo Rusia reemplazará a Islandia como presidenta de turno del Consejo Ártico por dos años.
Comentando la propuesta del presidente estadounidense, Joe Biden, de celebrar una cumbre con el líder ruso, Vladímir Putin, el canciller ruso señaló que Moscú está estudiando esta iniciativa para “comprender todos los aspectos”.
También, el jefe de la diplomacia rusa calificó como un “exceso” las palabras del mandatario estadounidense en una entrevista con la televisión ABC News cuando respondió de forma afirmativa a la pregunta de si “cree que Putin es un asesino”, y amenazó con hacerle pagar por una supuesta interferencia en las elecciones de noviembre de 2020.
El Consejo Ártico integra a ocho miembros definidos como Estados árticos:
Canadá;
Dinamarca;
Estados Unidos;
Finlandia;
Islandia;
Noruega;
Rusia;
Suecia.
Trece Estados no árticos (Alemania, Corea del Sur, China, España, Francia, la India, Italia, Japón, Países Bajos, Polonia, Reino Unido, Singapur y Suiza) pertenecen al organismo regional en calidad de observadores.
Las relaciones entre los dos países miembros del organismo, Rusia y EEUU, empeoraron significativamente en los últimos tiempos.
El 15 de abril, EEUU impuso sanciones a 32 entidades e individuos rusos y expulsó a 10 funcionarios de la misión diplomática rusa.
Además, la Casa Blanca extendió las sanciones a la deuda soberana de Rusia, al prohibir a las instituciones financieras de EEUU participar en el mercado primario de bonos soberanos rusos en rublo, y de aquellos no denominados en rublo emitidos después del 14 de junio de 2021 por el Banco Central, el Fondo de Bienestar Nacional y el Ministerio de Finanzas de Rusia.
Con esas medidas Washington pretende castigar a Rusia por su supuesto papel en el ciberataque contra el proveedor de programas informáticos estadounidense SolarWinds y en la interferencia en las elecciones presidenciales de 2020, así como por haber ofrecido presuntamente recompensas a los insurgentes en Afganistán por asesinar a militares norteamericanos.
Rusia declaró que la política de sanciones que aplica EEUU no se corresponde con los intereses de ambos países, y expulsó a 10 empleados de la embajada estadounidense, así como prohibió la entrada a varios funcionarios del país norteamericano en respuesta a una medida similar de Washington.