“Los vuelos de vehículos aéreos no tripulados estratégicos estadounidenses frente a la costa de Crimea son provocativos por naturaleza, lo que crea las condiciones previas para una escalada de la situación en la zona del mar Negro”, alertó el Ministerio de Defensa de Rusia, en un comunicado publicado el miércoles.
Así reaccionó la Defensa rusa al incidente de la caída de un dron estadounidense MQ-9 Reaper sobre el mar Negro. “Rusia no está interesada en tal desarrollo de eventos, pero continuará respondiendo proporcionalmente a todas las provocaciones”, afirmó la Cartera rusa.
El martes, el Ejército estadounidense anunció que un avión de combate ruso había golpeado la hélice de uno de sus drones espías que volaba sobre el mar Negro en el “espacio aéreo internacional”, lo que causó que la aeronave teledirigida se estrellara contra el agua.
Rusia negó que sus fuerzas hubieran hecho algún esfuerzo por derribar el dron y, en cambio, sugirió que el avión estadounidense posiblemente se había estrellado debido a una “maniobra brusca”.
De acuerdo a Rusia, el incidente tuvo lugar cuando el aparato militar no tripulado volaba “sobre las aguas del mar Negro en el área de la península de Crimea (…) hacia la frontera estatal rusa”.
Crimea declaró su independencia de Ucrania el 17 de marzo de 2014 y solicitó formalmente integrarse a Rusia tras un referéndum. Kiev y Washington se han negado a reconocer la soberanía de Moscú sobre el territorio.El ministro de Defensa de Rusia, Serguéi Shoigu, también le dijo a su homólogo estadounidense, Lloyd Austin, que la “elevada” recopilación de inteligencia de Washington contra Rusia había llevado a un incidente con drones.
Shoigu precisó al jefe del Pentágono que “el aumento de las actividades de inteligencia contra los intereses de la Federación Rusa”, así como el “incumplimiento de la zona de vuelo restringida” declarada por Moscú, habían llevado al incidente del dron.