Mediante un comunicado divulgado el miércoles, la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC, por sus siglas en inglés), del Departamento del Tesoro de EE.UU., informó de la inclusión de un individuo y cuatro entidades, con sede en Irán, en la lista de sancionados de dicho país, tras acusarlos de cooperar con el programa de misiles de Irán y tener lazos con el Cuerpo de Guardianes de la Revolución Islámica (CGRI).
En reacción, el portavoz de la Cancillería de Irán, Said Jatibzade, ha denunciado este jueves que las nuevas sanciones malintencionadas de EE.UU. están en línea con su política fallida de “máxima presión” contra el país persa.
La imposición de más medidas coercitivas “prueba claramente el hecho de que la actual Administración estadounidense, contrariamente a sus afirmaciones, aprovecha todas las oportunidades para lanzar acusaciones sin fundamento y presionar al pueblo iraní”, ha lamentado.
Al respecto, el funcionario ha indicado que Washington afirma estar listo para volver a cumplir con el acuerdo nuclear de 2015, de nombre oficial Plan Integral de Acción Conjunta (PIAC o JCPOA, por sus siglas en inglés), pero al mismo tiempo continúa violando el pacto y la Resolución 2231 del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas (CSNU).
Las nuevas sanciones se anuncian, mientras que está en curso en Viena (capital austriaca) la octava ronda de las conversaciones entre Irán y el Grupo 4+1 —es decir, el Reino Unido, Francia, China, Rusia, y Alemania— con el objetivo de revitalizar el acuerdo nuclear y el levantamiento de las sanciones que EE.UU. impuso al país persa tras retirarse del pacto en 2018.
De hecho, Teherán ya ha enfatizado en reiteradas ocasiones que sacar el nombre de las personas y empresas iraníes de la lista de sancionados del país norteamericano es su prioridad para llegar a un buen acuerdo en la mesa de negociaciones. Al respecto, las autoridades de Irán recalcan que la falta de una decisión política por parte del Gobierno del presidente de EE.UU., Joe Biden, para levantar los embargos vinculadas a los beneficios económicos de la nación persa es el obstáculo actual para lograr los resultados finales.