En el año 2012 el Estado Palestino marcó un hito fundamental en su historia. Tras décadas de conflicto abierto, muchas conferencias de paz y acuerdos de por medio, la Asamblea General de la ONU votó a favor de convertir a Palestina en Estado observador de Naciones Unidas. En aquel momento las calles de Ramallah, en Cisjordania, celebraron aquella victoria diplomática, aunque fuera limitada. Ahora, doce años después, el camino para se considerado un Estado Permanente ha comenzado en medio de una de las peores crisis humanitarias que se recuerdan tras más de 33.000 palestinos muertos a causa de los bombardeos israelíes en Gaza que comenzaron tras el atentado de Hamás del 7 de octubre.
Varios países occidentales, entre los que se encuentra España, han abierto la puerta a que países de la ONU puedan reconocer al Estado Palestino. El Gobierno español quiere liderar el reconocimiento de Palestina como Estado y el presidente, Pedro Sánchez, emprenderá esta semana una gira por Polonia, Noruega e Irlanda. España ha reconocido que antes del mes de julio oficializará el reconocimiento del Estado Palestino y, a su vez, fuentes de Moncloa han reconocido estar muy atentos al desarrollo en la ONU el proceso que ya ha empezado.
El Consejo de Seguridad se reunió por primera vez este lunes para debatir el reconocimiento. En el primer encuentro, que no tuvo objeción por parte de ninguno de sus miembros, se procedió a poner el caso en manos del Comité de Admisiones, formado por representantes de los quince miembros del Consejo. Este organismo espera resolver durante el mes de abril la petición de Palestina, según explicó la presidenta de turno del consejo, la embajadora de Malta, Vanessa Frazier. No obstante, ese no será el final del trayecto para convertirse en Estado de pleno derecho.
Los procedimientos para la adhesión de nuevos miembros implican la creación de una comisión especializada y la redacción de un informe que se presenta posteriormente al Consejo de Seguridad para ser votado. La iniciativa debe lograr el apoyo de la mayoría de los 15 miembros del Consejo de Seguridad y que ningún miembro permanente –Estados Unidos, Rusia, China, Francia y Reino Unido– vote en contra.
Si se aprueba será la propia Asamblea General la que deberá aceptar por dos tercios de los 193 Estados miembro el ingreso y de nuevo la cuestión regresará al Consejo de Seguridad para su aceptación definitiva. Cabe destacar que Palestina cuenta con el reconocimiento de 140 países, por lo que llegado este punto no se esperan sorpresas en la votación. Mansour recordó que Palestina ya planteó su entrada plena en la ONU en 2011 -que no reunió entonces los nueve votos necesarios en el Consejo- y “fue un momento histórico, y ahora será otro momento histórico que revivimos de nuevo”.
La embajadora maltesa ha aclarado que a partir de este momento “cualquier miembro del Consejo puede decidir presentar una resolución sobre la membresía (palestina) que puede ser votada en cualquier momento”. Frazier compareció con el embajador palestino Riyad Mansour, lo que da una idea de la que será la postura de Malta al respecto, que se unirá a la de los países africanos y latinoamericanos, además de Rusia y China, por lo que parece probable que la petición palestina reúna nueve votos favorables, pero falta por ver si Estados Unidos la vetará.