Sistema de defensa aérea Pantsir-S1 de Rusia lanza un misil durante un ejercicio militar.
Según ha informado este domingo el portal ruso de aviación Avia.pro, los aviones de combate estadounidense F-35 y F-22 han reaparecido con frecuencia en las zonas norte y noreste de Siria, lo que ha causado que el Ejército sirio instalase más sistemas de defensa antiaérea en Al-Qamishli, en la provincia de Al-Hasaka (noreste), para proteger la región ante ataques imprevistos de los cazas estadounidenses.
De acuerdo con el medio, las imágenes de satélite muestran el despliegue de al menos cuatro radares y un sistema ruso de misiles de defensa aérea Pantsir-S cerca de Al-Qamishli, así como en la base aérea de las Fuerzas Aeroespaciales Rusas en esa ciudad.
“Esto indica que la región está completamente protegida contra ataques inesperados”, ha asegurado Avia.pro al respecto.
Haciendo mención de los radares a disposición de Siria, la nota señala que, aunque los radares P-18 son relativamente antiguos, son capaces de detectar cazas furtivos F-35 y F-22 de EE.UU., y el radar chino JYL-1 cuenta con la capacidad de escanear continuamente el espacio aéreo hasta entre 200 y 250 kilómetros.
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La contribución rusa a la lucha antiterrorista en el país árabe ha dado resultados muy provechosos, pues, tras casi diez años de conflicto, el Ejército sirio ya controla más del 90 % del territorio.
Esto mientras que, EE.UU., so pretexto de luchar contra el flagelo del terrorismo, ha desplegado cientos de sus tropas en las regiones orientales y nororientales de Siria, ricas en recursos petroleros, a fin de robar el petróleo sirio y enviar armas y otras ayudas militares a los terroristas y las milicias kurdas, en respaldo a sus intentos separatistas en el norte del país árabe.