En un discurso ofrecido el miércoles en la Universidad de Damasco (la capital), el máximo diplomático sirio denunció también los bloqueos económicos que el Occidente impone a los pueblos de otros países, entre ellos Siria, que es blanco de duras sanciones impuestas por EE.UU. y sus aliados de la Unión Europea (UE) después de que los grupos milicianos y terroristas no lograron sus objetivos en el campo de batalla.
Al-Miqdad destacó también la postura de Damasco en cuanto a la crisis de Ucrania y aseveró que Damasco no duda en apoyar a los amigos y aliados en la Federación de Rusia y cimentar sus relaciones que los países que respetan su soberanía y le apoyan frente al régimen de Israel.
“Los sirios no olvidarán a quienes estuvieron a su lado y a quienes estuvieron en su contra, y continuarán construyendo sus relaciones estratégicas sobre la base del respeto por la soberanía nacional y el derecho de todos los pueblos del mundo a la independencia, la autodeterminación, la seguridad y prosperidad sin ninguna discriminación ni selectividad”, recalcó.
El canciller sirio arremetió contra Estados Unidos y la Unión Europea por crear la crisis ucraniana con promesas de unirse al bloque unitario u obtener ayuda y protección militar, por un lado, y por otro, presentar a Rusia como una potencia que busca ampliar su dominio en la región.
El Gobierno sirio afirma que su postura al respecto se deriva de su convicción de que la crisis de Ucrania es un problema creado por los países occidentales, encabezados por EE.UU. para dividir a los pueblos y socavar la seguridad nacional rusa.
Damasco, además, ha ofrecido su apoyo a Moscú ante la “campaña de desinformación y mentiras” lanzada por el Occidente contra Rusia por el caso de Ucrania.
En una rueda de prensa conjunta con su homólogo sirio en Moscú, el canciller ruso, Serguéi Lavrov, tachó el lunes de “inaceptables” las agresiones israelíes contra el territorio sirio y denunció que tales acciones violan las resoluciones del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas (CSNU), profundizan la inestabilidad en Asia Occidental y socavan los esfuerzos de Damasco para enfrentar las amenazas terroristas.