Los tres soldados estadounidenses muertos en ataques con aviones no tripulados en una base militar en Jordania.
El Departamento de Defensa de EE.UU. actualiza el número de heridos en el ataque de la semana pasada a una base en Jordania; la cifra supera los 40 militares.
El ataque con drones contra la base Torre 22, en la frontera entre Jordania y Siria, se realizó a primeras horas del domingo. Aproximadamente 350 miembros del personal del Ejército y la Fuerza Aérea de EE.UU. están desplegados en la base.
A causa del ataque murieron tres soldados y más de 40 resultaron heridos cuando un sistema aéreo no tripulado unidireccional impactó sus unidades de alojamiento, es la última actualización ofrecida por el Departamento de Defensa norteamericano (Pentágono). Es la segunda vez que aumentan los datos varios días después del incidente.
Durante una sesión informativa en el Pentágono, la subsecretaria de prensa, Sabrina Singh, ha revelado este martes que además de los tres muertos, más de 40 uniformados también resultaron heridos en el ataque. De ellos, ocho tuvieron que ser evacuados. Otro reporte del Pentágono anuncia que uno de los lesionados se encuentra en estado muy grave.
Tres soldados de Estados Unidos mueren en Jordania y otros 34 resultan heridos por un nuevo ataque de los grupos de Resistencia contra la base Torre 22, en la frontera entre Jordania y Siria.
Los tres soldados muertos son: el sargento William Jerome Rivers, de 46 años, de Carrollton, Georgia; especialista Kennedy Ladon Sanders, de 24 años, de Waycross, Georgia; y Breonna Alexsondria Moffett, de 23 años, de Savannah, Georgia.
Según La subsecretaria de prensa del Pentágono, el incidente está siendo investigado y se espera que los hallazgos ayuden a prevenir futuros ataques, puesto que sigue siendo incierto cómo el dron pudo traspasar el avanzado escudo antiaéreo estadounidense, estacionada en la aludida base.
Singh dijo que es poco probable que aumente el número de muertos por el ataque, pero se espera que las lesiones sigan aumentando a medida que los soldados informen de síntomas en los días posteriores al ataque.
Estas muertes se consideran las primeras fatalidades que admite formalmente Estados Unidos después de 165 ataques en los últimos tres meses, lanzados por los grupos de Resistencia contra las fuerzas norteamericanas en diferentes partes de Asia Occidental.
El Eje de Resistencia realiza las operaciones en respuesta al apoyo incondicional de Estados Unidos a la guerra genocida del régimen de Israel contra los palestinos en la Franja de Gaza, que ha dejado más de 26 750 palestinos en los últimos 116 días. Para estos combatientes, las instalaciones militares norteamericanas se consideran como las “bases de ocupación”.
Tras el ataque mortal contra la Torre 22, en Washington, sin tener evidencias, se apresuraron a señalar con el dedo acusador a Irán. Por su parte, Teherán, rechazando los repetidos infundios, denuncia que Estados Unidos suele buscar chivo expiatorio para desviar la atención de la realidad.