Publicada: domingo, 23 de enero de 2022 10:41
Las tensiones entre Rusia y el Occidente escalan cada vez más, mientras agrava la situación en torno a Ucrania. Ahora Moscú envía sus cazas Su-35 a Bielorrusia.
Los aviones de combate rusos Sujoi Su-35 comenzaron a trasladarse a Bielorrusia para realizar simulacros, anunció el sábado el Ministerio de Defensa de Rusia.
Las fuerzas y equipos militares rusos comenzaron a llegar a Bielorrusia esta semana para los ejercicios militares Allied Resolve 2022 que se llevan a cabo cerca de la frontera occidental de Rusia con Polonia y Lituania, miembros de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), y en las inmediaciones de su flanco sur con Ucrania.
El Ministerio ruso de Defensa dijo que dos batallones de misiles S-400, que normalmente incluyen ocho sistemas de misiles antiaéreos cada uno, comenzaron a trasladarse a Bielorrusia desde el Lejano Oriente de Rusia en tren, según informó el viernes Interfax.
Además, Moscú había dicho con anterioridad que 12 aviones de combate Sujoi Su-35 y un sistema de misiles Pantsir también se desplegarían en Bielorrusia para los simulacros. Todo esto, en momentos en que la OTAN se prepara para ejercicios navales a gran escala en el Mediterráneo, a celebrarse del 24 de enero al 4 de febrero.
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Bielorrusia y Rusia planean realizar ejercicios militares conjuntos en la frontera con Ucrania, ha informado el ministro bielorruso de Defensa.
¿A qué se debe tan agravada tensión?
Eso se produce mientras Moscú y el Occidente, encabezado por EE.UU., viven una escalada de tensiones, las que se han disparado bajo la hipótesis de que el despliegue de las fuerzas rusas en su territorio cercano a Ucrania forma parte de los pasos previos a una invasión militar a Ucrania a principios de este 2022.
Kremlin, a su vez, ha dejado claro una y otra vez que su presencia militar en dichas zonas responde a la necesidad de defensa y disuasión por la masiva acumulación de fuerzas del bloque militar y Ucrania en la zona que constituye una amenaza grave a su soberanía.
Entre tanto, EE.UU., a la cabeza de la Alianza Atlántica, se ha demorado en aceptar la ideada iniciativa rusa que solicita las garantías de seguridad en pos de una distensión. Es más, Washington hizo la vista gorda ante las alertas de Rusia al respecto y decidió enviar su primer lote de armas a Ucrania.