Los talibanes celebraron el miércoles el tercer aniversario de su regreso al poder. Lo hicieron con un desfile militar en una antigua base aérea estadounidense, la de Bagram, que en su día fue el centro de la guerra de Estados Unidos para derrocarlos y dar caza a los autores de los atentados del 11-S.
Los soldados talibanes tomaron Kabul el 15 de agosto de 2021, tras la caída del gobierno respaldado por EE UU y la huida al exilio de sus líderes. Hoy, ningún país reconoce a los talibanes como gobierno legítimo de Afganistán. “Después de tres años, la frustración en la comunidad afgana es palpable… El mundo sigue expresando su pesar mientras los talibanes siguen violando los derechos humanos”, asegura Samira Hamidi, responsable regional de campañas sobre Asia meridional para Amnistía Internacional.
Durante el desfile de aniversario, las fuerzas armadas remolcaron tanques y piezas de artillería de la era soviética a través de Bagram. Diplomáticos chinos e iraníes se encontraban entre los cientos de personas que se reunieron para la celebración talibán.
Los miembros del Gabinete talibán alabaron sus ‘logros’, como el fortalecimiento de la ley islámica y el establecimiento de un sistema militar que proporciona “paz y seguridad”. Los discursos estaban dirigidos a una audiencia internacional, instando a la diáspora a regresar y a Occidente a interactuar y cooperar con los gobernantes del país.
El gobierno talibán tiene “la responsabilidad de mantener el gobierno islámico, proteger la propiedad, la vida de las personas y el respeto de nuestra nación”, afirmó el primer ministro, Mohammad Hassan Akhun.
Pero vivir en Afganistán seguramente sea una pesadilla para gran parte de sus habitantes. Lo es sin duda para todas las mujeres. El último ejemplo nos lo han dado los Juegos Olímpicos de París. Participaron seis atletas afganos, tres de ellos chicas. Sin embargo, como ha contado al periodista Khadija Amin, los talibanes han anunciado que no las reconocen.