El expresidente ha aumentado su ventaja desde el primer enfrentamiento y ya saca más de 40 puntos a Ron DeSantis
Donald Trump se considera fuera de concurso. Su ventaja en las encuestas de las primarias del Partido republicano para las elecciones presidenciales de 2024 es tan grande que no se digna a participar en los debates. Más aún, los contraprograma. Ante el primer debate, celebrado el pasado 23 de agosto, el expresidente dio una entrevista al polémico comunicador Tucker Carlson. Lo que tiene pensado para el segundo, la semana próxima, es desplazarse a Detroit (Michigan) para participar en un mitin de apoyo a los trabajadores sindicados en plena huelga del sector del automóvil, según han publicado este lunes varios medios estadounidenses, citando fuentes cercanas a Trump.
El segundo debate republicano de las primarias está previsto para el próximo 27 de septiembre en la Biblioteca Presidencial Ronald Reagan en Simi Valley (California). Aún no está confirmada la lista de participantes admitidos, pero de los ocho que participaron en el primer debate, en Milwaukee, hay al menos dos (Asa Hutchinson y Doug Burgum) que corren serio riesgo de quedarse fuera por su baja intención de voto en las encuestas.
Según la media de grandes encuestas que calcula FiveThirtyEight, la ventaja de Trump se ha ampliado desde el primer debate. Ahora cuenta con un 55,5% de apoyo entre los votantes de las primarias republicanas, más de 40 puntos por encima del gobernador de Florida, Ron DeSantis, hundido con solo un 14,2%. El tercero en liza es el trumpista milenial Vivek Ramaswamy, inversor biotecnológico, que tiene un 7,6%, sin haber capitalizado el protagonismo que tuvo en el primer enfrentamiento entre candidatos. Nikki Haley es la que más ha mejorado desde el anterior debate y ha pasado al 6,1%. El exvicepresidente Mike Pence solo tiene un 4,7% de intención de voto; el exgobernador de Nueva Jersey Chris Christie está en el 3,1%, y el senador Tim Scott, en un mísero 2,6%.
Pese a sus imputaciones (o en parte gracias a ellas), el apoyo de Trump se mantiene sólido y ha alcanzado su nivel más alto desde que empezó la carrera de las primarias. Nunca había gozado de tanta ventaja como ahora, así que más bien empieza a mirar hacia la batalla que previsiblemente le enfrentará al actual presidente, Joe Biden, el 5 de noviembre del año próximo.
Biden, que presume de sus credenciales prosindicalistas, ha mostrado su apoyo a las reivindicaciones de los trabajadores en la huelga contra los tres gigantes de Detroit: GM, Ford y Stellantis. Pese a que aprobó rebajas fiscales a empresas y rentas altas, Trump es consciente de que para ser elegido presidente necesita atraer el voto de esos trabajadores desencantados con la globalización y con la pérdida de poder adquisitivo en estados como Michigan, Pensilvania, Ohio y Wisconsin, así que quiere presentarse en Detroit para apoyar a los trabajadores del ramo.
El viaje de Trump a Detroit incluirá un discurso en horario de máxima audiencia, contraprogramando el debate republicano, ante miembros actuales y antiguos del sindicato UAW, que aglutina a los trabajadores del sector del automóvil, y de otros gremios. Según The New York Times, que fue el primero en publicar la información, Trump tiene previsto hablar ante más de 500 trabajadores, y su campaña planea llenar la sala de fontaneros, instaladores de tuberías, electricistas y trabajadores del sector del automóvil.
Será, pues, un auditorio escogido y controlado, no una aparición espontánea ante los trabajadores en huelga. De hecho, Trump ha atacado a los líderes sindicales y no está claro cuál sería su recepción entre ellos. “Los trabajadores del sector automovilístico están siendo traicionados por sus dirigentes, que deberían apoyar a Trump”, declaró a la NBC en una entrevista la semana pasada.
De hecho, el jefe del sindicato, Shawn Fain, tras conocerse los planes de Trump ha publicado un comunicado hostil al expresidente: “Cada fibra de nuestro sindicato se está volcando en la lucha contra la clase multimillonaria y una economía que enriquece a personas como Donald Trump a expensas de los trabajadores. No podemos seguir eligiendo a multimillonarios y millonarios que no tienen ninguna comprensión de lo que es vivir de cheque en cheque y luchar para salir adelante y esperar que resuelvan los problemas de la clase trabajadora”, señala.
En el estado de Michigan, Trump ganó las elecciones de 2016, pero perdió las de 2020 ante Joe Biden. Es, junto a Pensilvania, Georgia, Wisconsin, Nevada y Arizona, uno de los estados competitivos donde se decidirá el resultado de las presidenciales de 2024.
Ammar Moussa, un portavoz de la campaña de Biden ha criticado también a Trump por sus planes: “Donald Trump irá a Michigan la próxima semana para mentir a los trabajadores y fingir que no pasó gran parte de toda su fallida presidencia vendiéndolos a cada paso. (…) Ninguna sesión fotográfica interesada puede borrar los cuatro años de Trump abandonando a los trabajadores sindicalizados y poniéndose del lado de sus amigos ultrarricos”, ha dicho.
El tercer debate republicano se celebrará a principios de noviembre en Miami (Florida). Probablemente Trump tampoco participará. Habrá que ver qué alternativa inventa para la ocasión.