Fuentes del servicio de emergencias hablan de más de 40 muertos después de que varias personas vestidas de camuflaje abrieran fuego
Un ataque en la sala de conciertos Crocus City Hall, situado al noroeste de Moscú, ha causado este viernes numerosos muertos y heridos. Las fuentes del servicio de emergencias hablan de más de 40 muertos y un centenar de heridos, según informa la agencia de noticias rusa Tass. Por el momento, se desconoce quiénes son los autores del ataque. Tanto el Gobierno ucranio de Volodímir Zelenski como el Cuerpo de Voluntarios Rusos, unidad que combate junto con Kiev contra el Kremlin en la invasión de Ucrania, han negado haber participado en la matanza.
Este lugar de ocio se encuentra en la ciudad de Krasnogorsk, en las inmediaciones de la capital. Un grupo de personas vestidas de camuflaje han entrado al lugar con armas de asalto y han abierto fuego justo antes de comenzar el concierto del grupo Picnic, a las 20.00 (dos horas menos en España peninsular). Los vídeos del lugar reflejan el asesinato a bocajarro de algunos asistentes al intentar huir.
En el complejo de ocio se ha desatado un incendio. Al lugar se han trasladado unidades de las fuerzas de seguridad rusas y del servicio de emergencias. La prensa rusa informa de que hay atrapadas numerosas personas, incluidos niños, en la parte del edificio que continúa en llamas.
Estados Unidos y el Reino Unido publicaron una semana antes una alerta de posibles ataques terroristas en Rusia. El presidente Vladímir Putin minimizó la amenaza y aseguró que “todo esto se parece a un chantaje absoluto con la intención de intimidar y desestabilizar a nuestra sociedad”.
Washington ha manifestado que no hay indicios de que Ucrania esté detrás de este ataque terrorista. Tras desdeñar sus advertencias de la pasada semana, el Kremlin ha pedido información a la Casa Blanca que pueda aclarar la autoría del ataque.
Kiev niega estar detrás de la masacre. El asesor del presidente ucranio Mijaílo Podoliak ha rechazado categóricamente cualquier relación con el ataque a la sala de conciertos. Por su parte, el Cuerpo de Voluntarios Rusos, unidad paramilitar apoyada por Kiev, también lo ha desmentido. “Por supuesto, clarísimamente no hemos sido nosotros”, ha manifestado al diario Nóvaya Gazeta un representante de la unidad.
La Fiscalía rusa ha iniciado una investigación sobre la tragedia. Además del conflicto con Ucrania, Rusia se ha enfrentado en las últimas décadas a los atentados del extremismo islámico y algunas regiones separatistas. Este mismo viernes, el Servicio Federal de Seguridad (FSB) anunció la detención en la región de Ingushetia de una treintena de miembros del Estado Islámico —enemigos del movimiento talibán, ahora apoyado por Moscú—.
“Ha ocurrido una terrible tragedia. Mi más sentido pésame a los seres queridos de todas las víctimas”, ha declarado el alcalde de Moscú, Serguéi Sobianin.
El mánager del grupo Picnic, Yuri Chernyshevski, ha asegurado al diario Meduza que sus integrantes se encuentran bien. “Todo sucedió antes de que comenzara el concierto. Oímos disparos y nos dimos cuenta de que el edificio estaba en llamas”, ha manifestado el responsable de la banda.