El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, durante una comparecencia ante la prensa.
El fiscal general de Virginia Occidental instó a la vicepresidenta estadounidense a inhabilitar al presidente Joe Biden por declive cognitivo.
La emisión de un informe de 345 páginas sobre la salud mental de Biden, publicado el pasado viernes por el fiscal especial del Departamento de Justicia de Estados Unidos, Robert K. Hur, ha desencadenado una crisis entre los partidos en el país.
Según las investigaciones de Hur, Biden parecía ser un “anciano comprensivo, bien intencionado y con mala memoria”, que tiene una memoria “significativamente limitada”.
Tras la publicación del informe, el republicano y fiscal general de Virginia Occidental, Patrick Morrisey, aseveró el martes que “necesitamos un presidente mentalmente capacitado”.
Joe Biden exhibe signos de “demencia relacionada con la edad” que probablemente persistirán en los próximos cuatro años, advierte un especialista estadounidense.
Morrisey destacó que el declive cognitivo del presidente Biden es motivo de preocupación entre los ciudadanos de EE. UU., “especialmente en estos tiempos en que nuestra nación enfrenta una crisis tras otra, tanto aquí como en el extranjero”.
Además, dejó en claro que, según el informe de Hur, EE.UU. tiene un mandatario que “no es apto para el cargo” y por ello instó a Harris a invocar la Enmienda 25 de la Constitución estadounidense para inhabilitar a Biden como presidente del país. “”La Enmienda 25 fue diseñada para momentos como este”, subrayó.
Morrisey sugirió a Harris abordar el tema con el fiscal general del país, Merrick Garland.
Según la enmienda de la Constitución de EE. UU., los miembros del gabinete pueden apartar al presidente de sus funciones en caso de considerarlo incapaz de desempeñar los poderes y deberes del cargo.
Igualmente, el 9 de febrero, un grupo de legisladores republicanos exigió utilizar ese recurso constitucional.