Un hacker ha confesado este jueves que el expresidente brasileño, Jair Bolsonaro, le sugirió invadir las redes de la Justicia electoral para demostrar la supuesta fragilidad del sistema de votación en las últimas elecciones generales del país, celebradas en octubre de 2022 y en las que se impuso el progresista Lula da Silva.
Así lo ha declarado ante una comisión parlamentaria Walter Delgatti, experto en informática. En su intervención ha asegurado que el exmandatario ultraderechista incluso le prometió “un indulto” en caso de que fuese descubierto y detenido por esas operaciones ilegales, enmarcadas en la dura campaña de Bolsonaro contra el voto electrónico.
Según Delgatti, el expresidente y algunos de sus asesores le sugirieron crear una urna electrónica falsa. La idea era que esta fuera utilizada como propaganda y mostrar como un elector marcaba su voto por un candidato pero este era registrado a favor de otro, lo cual serviría como “prueba” para demostrar que el sistema era fraudulento, como sostenía Bolsonaro.
El hacker ha explicado también que sus encuentros con el entonces presidente fueron intermediados por la diputada de ultraderecha Carla Zambelli, con quien trabajaba en ese momento. Asimismo, ha indicado que Bolsonaro le envió incluso cinco veces al Ministerio de Defensa para discutir el asunto con expertos en informática de ese departamento.
Según ha comentado Delgatti, sus reuniones con Bolsonaro se llevaron a cabo en la residencia oficial de la Presidencia, donde le aclaró al expresidente que los sistemas de votación no podrían ser violados debidos a los fuertes mecanismos de protección que estos tienen.
Por ese motivo se le sugirió crear la urna falsa, la cual nunca llegó a materializarse, y además se le instó a invadir otras redes de la Justicia. En ellas sí que llegó a entrar y hasta subió una orden de captura falsa contra el juez Alexandre de Moraes, presidente del Tribunal Superior Electoral (TSE).
El experto informático ha presentado ante las autoridades brasileñas las pruebas de que por esta invasión llegó a recibir un pago de 40.000 reales, unos 7.400 euros. Según ha revelado además su propio abogado, Ariovaldo Moreira, cerca de 14.000 reales los cobró en transferencias bancarias mientras que el resto del dinero lo recibió en efectivo a través de un asesor de la diputada Zambelli.
Bolsonaro fue juzgado precisamente el pasado mes de junio por llevar a cabo una campaña contra las urnas electrónicas, un método que Brasil utiliza desde 1996 y donde nunca se ha registrado ningún fraude.
El exmandatario fue así despojado de todos sus derechos políticos durante ocho años por el TSE. El punto central de la acusación se basaba en una reunión que Bolsonaro convocó el 18 de julio de 2022 en la residencia oficial de la Presidencia con medio centenar de embajadores extranjeros y que había sido ideada para insistir en su campaña de descrédito contra el sistema electoral.
En esa reunión, transmitida por la televisión pública, intentó convencer a los diplomáticos de los supuestos fraudes que permitirían las urnas electrónicas y hasta sugirió que la Justicia electoral conspiraba para favorecer al por entonces candidato a la presidencia, Lula da Silva, quien finalmente terminaría ganando las elecciones.