El jefe del Comando Africano de EE.UU., Michael Langley, ha declarado que no se debe permitir que China abra una base naval en África occidental, al considerar que tal instalación le otorgaría una ventaja geoestratégica sobre el país norteamericano.
En una comparecencia ante el Comité de las Fuerzas Armadas del Senado estadounidense el jueves, el general afirmó que no discutiría en público los detalles de los supuestos planes de Pekín, pero subrayó que una base naval china en la costa atlántica de África “cambiaría todo el cálculo […] de la protección de la patria [estadounidense]”.
China es la mayor potencia naval del mundo en términos de tamaño de flota, según un informe del Pentágono de 2022. Una base en África occidental situaría a los buques chinos a una distancia prácticamente igual de ambas costas estadounidenses.
“Geoestratégicamente, les colocaría en una posición ventajosa“, dijo Langley a la comisión. “Ahora mismo tenemos una ventaja decisiva. No podemos dejar que tengan una base en la costa occidental, ya que cambiaría la dinámica.”
La nación asiática estableció su primera base naval en el extranjero en 2017, con la apertura de una instalación en Yibuti, en el este de África. El Pentágono señaló en su informe anual en 2021 que Pekín está planeando bases similares en 13 países, incluidos dos —Guinea Ecuatorial y Angola— en la costa occidental de África.
Entre 2001 y 2018, China prestó aproximadamente 126.000 millones de dólares a países africanos y gastó 41.000 millones de dólares en inversión extranjera directa en el continente, según cifras del Instituto de Investigación de Política Exterior (FPRI, por sus siglas en inglés), con sede en Estados Unidos. En el marco del proyecto Nueva Ruta de la Seda, Pekín ha construido puertos, carreteras y otras infraestructuras en decenas de países de África subsahariana.