La provincia china de Cantón posee a día de hoy la mayor red de carga de vehículos eléctricos de China, una infraestructura que supera con creces la de Europa y Estados Unidos, asegura un reciente informe Bloomberg.
Cantón, territorio costero que limita con Hong Kong, contaba hasta finales de septiembre con 345.126 cargadores públicos y 19.116 estaciones de carga. De este modo, la provincia más poblada de China ha logrado duplicar este tipo de servicios en comparación con el año pasado, y lo ha hecho a un ritmo más rápido que otras regiones. Esto ha permitido que en esa sola provincia haya en la actualidad aproximadamente tres veces más cargadores públicos que en todo EE.UU., según datos del proveedor de investigación estratégica BloombergNEF.
Este panorama ha transmitido tranquilidad entre quienes ven el limitado acceso a cargadores como un freno a la hora de comprar un vehículo eléctrico, estimulando la venta de automóviles de cero emisiones. En la primera mitad de este año, en Cantón la compra se incrementó en un 151 % y ahora la provincia cuenta con más de 1,4 millones de estos automotores y lidera las estadísticas de todo el país. “Con más cargadores, hay menos ansiedad por la autonomía. Por lo tanto, las ventas de vehículos eléctricos aumentan”, explica el analista automotriz David Zhang.
Este fenómeno a su vez está impulsado la fabricación de vehículos eléctricos a nivel local y ahora uno de cada ocho vendidos en China proviene de Cantón. En los primeros siete meses de 2022, la producción en esa zona aumentó más del doble respecto al 2021, lo que podría provocar la reducción de los costos de venta dentro de la provincia. Al mismo tiempo, una cuarta parte del total de automóviles nuevos comprados en China son eléctricos y, según estimaciones, sus ventas alcanzarán este año la cifra récord de 6 millones de unidades.
Europa y EE.UU.: eclipsados y muy por detrás
Solo en el último año, China ha distribuido en su territorio 592.000 cargadores públicos. Y aunque los Gobiernos de todo el mundo están intensificando sus políticas al respecto con rapidez, se están quedando muy por detrás del gigante asiático. EE.UU. tiene desplegados apenas 112.900 cargadores para coches eléctricos en todo el país, mientras que Europa para finales de 2021 contaba con 442.000; cifras imposibles de equiparar con los 1,5 millones de China.
La brecha sigue creciendo, ya que, por ejemplo, los planes de Washington en esta materia para 2030 son inferiores a los de Pekín, que entre sus proyectos gubernamentales incluye la construcción para 2025 de suficientes estaciones de carga para los 20 millones de vehículos eléctricos que espera fabricar para 2025.
Zhang, también decano del Instituto de Tecnología de Nueva Energía de la provincia de Jiangxi, califica la red de carga de vehículos eléctricos como un gran avance, pero explica que esto viene acompañado de un nuevo inconveniente que el país deberá aprender a manejar. “Tener tantos cargadores es definitivamente un gran avance, pero debemos recordar que la carga aún toma mucho más tiempo que llenar el tanque de gasolina. Ese es ahora el verdadero obstáculo”, advierte.