Una veintena de palestinos, entre ellos varios niños, han fallecido en Gaza en la madrugada de este martes tras una noche de ataques israelíes concentrados principalmente en el norte y centro de la Franja, según han apuntado fuentes palestinas.
Las autoridades de defensa civil consiguieron recuperar al menos cuatro cuerpos entre los escombros, después de que numerosos aviones israelíes bombardearon un apartamento en el barrio de Tufah, al este de la ciudad, según un comunicado de las autoridades de defensa civil.
En esta misma urbe, que fuera la vibrante capital gazatí, los equipos médicos también recuperaron los cadáveres de seis personas de dos familias, entre ellas una niña y tres mujeres, después de que un ataque con misiles tuviera como objetivo un apartamento.
En el campamento de Maghazi, ubicado al norte de Deir al-Balah, otros siete ciudadanos, incluidos niños y mujeres, han muerto en el bombardeo de un apartamento en la torre Hadeel, según ha informado la agencia palestina Wafa. “La artillería de ocupación (israelí) atacó también las zonas orientales de la ciudad de Deir al-Balah, en el centro de la Franja de Gaza, con varios proyectiles”, detalla Wafa.
La localidad, en el corazón de la Franja, sufre desde hace más de una semana una ofensiva terrestre israelí en sus barrios orientales. Esta rompió con el estatus de Deir al-Balah, que hasta el momento se había librado de los ataques de las tropas -no de los aéreos- y servía como refugio a miles de palestinos y como centro de operaciones de muchas ONGs.
En la zona sur de la Franja han muerto cinco gazatíes y varios resultaron heridos en otro bombardeo contra un apartamento familiar en el campamento de refugiados de Jan Yunis, según comunicó el portavoz de la defensa civil, Mahmud Basal.
A la espera de las cifras de Sanidad de este martes, más de 40.435 gazatíes ya han perdido la vida en esta guerra, y alrededor de 93.500 han resultado heridos, según el último recuento con datos de hospitales, mientras que se propagan enfermedades por hacinamiento, falta de agua potable y ausencia de higiene en los campamentos de desplazados.
