El ministro de Relaciones Exteriores de Venezuela, Yván Gil, informó de los contactos con las cancillerías de Perú y Chile para pedir garantías y respeto a los derechos humanos de los migrantes que se encuentran en la frontera entre ambos países.
“En relación a la situación de migrantes venezolanos bloqueados en la frontera entre Chile y Perú, hemos estado en contacto con ambas cancillerías y solicitado plenas garantías y respeto a los derechos humanos de nuestros compatriotas”, escribió Gil en su cuenta de Twitter.
Además, el canciller venezolano solicitó garantías para que los aviones de la aerolínea estatal Conviasa puedan aterrizar y despegar en la zona, “así como abastecer combustible en un eventual operativo del Plan Vuelta a la Patria”, que permite regresar sanos y seguros a los compatriotas.
En el punto limítrofe de Perú y Chile, hace días que cientos de migrantes, la mayoría de ellos venezolanos y haitianos, permanecen varados sin poder retornar a territorio chileno ni ingresar a Perú, sin agua, alimentos o servicios sanitarios.
En las inmediaciones de la frontera del departamento peruano de Tacna con el chileno de Arica, Perú desplegó el viernes 390 agentes de la Policía Nacional y 196 militares, tras la entrada en vigor del estado de emergencia en las zonas fronterizas del país.
Los miembros de las Fuerzas Armadas peruanas, según aclararon la víspera las autoridades, fueron ubicados a lo largo de 12,5 kilómetros de la frontera para apoyar a los agentes policiales en 12 puntos críticos de la zona. Los migrantes varados en la frontera entre Perú y Chile liberaron esta tarde el acceso a la Panamericana Sur, la vía que une al complejo fronterizo Santa Rosa (Tacna) con el de Chacalluta (Arica).
El bloqueo de la vía duró más de seis horas y fue una medida de protesta aplicada por los extranjeros indocumentados, en su mayoría venezolanos, que permanecen varados en la frontera sureña desde hace 16 días. Los migrantes se sentaron en la pista, mientras que otros formaron un cordón y colocaron delante de ellos sus equipajes y bolsas repletas de desperdicios, con el objetivo de presionar y exigir a las autoridades ingresar a suelo nacional para continuar con el viaje hasta su país de origen.