“He decidido implementar lo antes posible una serie de medidas para transferir los pagos por nuestro gas natural por parte de los llamados países inamistosos a rublos”, ha anunciado este miércoles el presidente ruso, Vladímir Putin, durante un encuentro con funcionarios de su Gobierno.
Conforme a Putin, esta medida responde a “las decisiones ilegítimas” de los países occidentales de congelar los activos rusos.
El mandatario ruso además ha asegurado que Rusia continuará suministrando gas natural de acuerdo con los volúmenes y precios fijados en contratos concluidos previamente, y que “los cambios solo afectarán la moneda de pago, que se cambiará a rublos rusos”.
Las declaraciones del presidente ruso han provocado que suban los precios del gas en Europa hasta un 30 por ciento ante la posibilidad de que la medida agudice la crisis energética de la región.
Rusia suministra aproximadamente un 40 por ciento del consumo total del gas natural en Europa. Las exportaciones del gas ruso a los países de la Unión Europea (UE) han variado de 200 millones hasta 800 millones de euros (220 millones hasta 880 millones de dólares) diariamente hasta el momento este año.
Tras el inicio de la operación militar de Rusia en Ucrania en el pasado 24 de febrero, el Occidente planea sancionar el gas ruso y busca formas de reducir su dependencia a las reservas energéticas de Rusia.
Todo esto mientras que Rusia ha rechazado en reiteradas ocasiones haber utilizado el suministro de gas como un arma política, asegurando que seguirá siendo el proveedor más confiable de recursos naturales para Europa.