Las autoridades bolivianas han informado de la detención de un total de ocho personas por el envío de de 478 kilos de cocaína a Madrid, España, en febrero de este año, en un vuelo de la aerolínea estatal Boliviana de Aviación (BOA). Una de las detenidas ha sido puesta en libertad y el resto se encuentra en la cárcel de Palmasola.
La última detenida es Lenny R.L., funcionaria de Aduanas, para quien se ha decretado prisión provisional de 60 días tras ser acusada por la Fiscalía de borrar las imágenes de las cámaras de vigilancia del momento de la carga de la droga en el avión.
Este caso ha permitido destapar hasta nueve vuelos en los que se enviaba cocaína a Europa desde el Aeropuerto de Viru Viru, en Santa Cruz, mientras que se recibían de vuelta drogas sintéticas.
El uso de empresas de correo y el camuflaje entre el equipaje de pasajeros son las técnicas más frecuentes, pero hasta el caso de España no se había tenido noticia de un cargamento tan grande, de casi media tonelada.
Las autoridades españolas detectaron los paquetes con droga en el Aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas y alertaron a las autoridades bolivianas, que detuvieron a dos estibadores acusados de cargar la droga.
El cargamento tuvo que burlar al menos cuatro dispositivos de seguridad o contar con la complicidad de los funcionarios para superar el control de pasajeros y carga, la vigilancia de las cámaras de seguridad, el control de la carga con los escáner de la Aduana Boliviana y la revisión de los paquetes por las unidades caninas de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Narcotráfico.