En un comunicado publicado este jueves con ocasión del séptimo aniversario del inicio de la agresión liderada por Arabia Saudí contra Yemen, el Ministerio de Asuntos Exteriores de Irán ha criticado que esta devastadora guerra y el cruel asedio deja al resistente pueblo yemení frente a la mayor catástrofe humanitaria del siglo.
La Cancillería del país persa ha aseverado de las consecuencias directas e indirectas de la guerra para civiles, mujeres y niños inocentes, incluida la destrucción de las infraestructuras e instalaciones vitales en los sectores de la salud, la economía y la educación del país más pobre del mundo árabe.
“La coalición agresora no se ha limitado a bombardeos y lanzamiento de cohetes en los últimos siete años, sino utilizando asedios inhumanos e ilegales como una palanca para obtener concesiones políticas y militares, está imponiendo la peor guerra económica y el cerco más duro a Yemen, bloqueando su acceso por tierra, aire y mar e impidiendo el ingreso de alimentos, combustibles y otros artículos de primera necesidad para la gente”, reza el documento.
Arabia Saudí, a la cabeza de una alianza belicista, prosigue el texto, sigue violando todos los derechos internacionales gracias a la continuada venta de armas por parte de EE.UU. y otros aliados occidentales, y también al doble rasero y la visión sesgada del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas (CSNU).
¿Qué está pasando en Yemen?
El 25 de marzo de 2015, Arabia Saudí y sus aliados comenzaron una campaña militar contra el empobrecido país, que ha dejado decenas de miles de muertos y ha conducido a la nación hacia una crisis humanitaria sin precedentes.
Según la Oficina de las Naciones Unidas para la Coordinación Humanitaria (OCHA), más de 23 millones, de los 31,9 millones de personas que forman la población total de Yemen, se enfrentan al hambre, enfermedades y otros riesgos que amenazan sus vidas a medida que los servicios básicos y la economía del país se están derrumbando.
Ante esta coyuntura, la comunidad internacional no presta la debida atención a la crisis que es la peor después de la Segunda Guerra Mundial, tampoco la mediación ha servido de mucho para salvar al pueblo yemení del infierno en que se encuentra.