El presidente y Zaluzhni aseguran que han acordado su sustitución y el general pide mantener la unidad del país ante la invasión rusa
Valeri Zaluzhni dejará de ser el comandante en jefe de las Fuerzas Armadas Ucranias. Así lo han decidido el general y el presidente, Volodímir Zelenski, en una reunión que han mantenido este jueves. Ambos han hecho públicos sendos comunicados en los que coinciden en que la nueva fase de la guerra, con la iniciativa de la ofensiva en el lado ruso y con Ucrania inferior en todos los aspectos militares, requiere de nuevos liderazgos. Zelenski y Zaluzhni han querido subrayar la unidad del poder político y militar, pese a que la relación entre ambos fue enquistándose hasta llegar a ser un enfrentamiento público. El mandatario ha anunciado poco después que el jefe del Ejército de Tierra, Oleksandr Sirski, será el sucesor de Zaluzhni como comandante en jefe de las Fuerzas Armadas.
“Agradecí al general Valeri Zaluzhni por los dos años [de invasión] defendiendo a Ucrania. Hemos debatido la renovación que requieren las Fuerzas Armadas. También hemos debatido sobre quién podría ser parte del liderazgo renovado en las Fuerzas Armadas. El tiempo para esta renovación es ahora”, escribió el presidente en sus redes sociales. Zelenski añadió que había propuesto a Zaluzhni continuar en la cúpula militar. El general emitió, por su parte, un comunicado en el que pedía unidad: “En los primeros y más difíciles días de la guerra, nos enfrentamos a un vil y poderoso enemigo. Resistimos juntos. Los retos de 2022 son diferentes a los de 2024. Por eso todos debemos cambiar y adaptarnos a la nueva realidad. Para ganar juntos”.
Las dos últimas semanas de mensajes por parte de la presidencia ucrania sobre el posible cambio en el liderazgo del ejército provocaron una tormenta política y el malestar en la sociedad. Zaluzhni es considerado un héroe, la única personalidad que rivaliza en popularidad con Zelenski. El mandatario afrontaba una fractura en el país en el peor momento, además de que es determinante para Ucrania demostrar solidez ante sus aliados cuando Rusia ha vuelto a tomar la iniciativa en el frente de guerra, cuando el suministro armamentístico de Occidente va a menos y cuando crecen las dudas internacionales sobre la posibilidad de hacer retroceder al invasor.
Zelenski y Zaluzhni han mantenido diferencias importantes desde el propio inicio de la invasión rusa, en febrero de 2022. El presidente relativizó hasta el último momento la amenaza de guerra y exigió a Zaluzhni que no tomara medidas contundentes para frenar la inminente ofensiva rusa. Desde entonces, ambos han chocado en decisiones militares, desde la toma de decisiones unilaterales de Zelenski sin consultar a su máximo general, a los mensajes cada vez más duros de Zaluzhni sobre la imposibilidad de recuperar el territorio perdido sin mayor apoyo armamentístico occidental y sin una nueva fase de reclutamiento masivo. La última crítica del comandante se produjo el 1 de febrero en un ensayo publicado en la CNN, en el que advertía que el Ejecutivo no ha sabido gestionar adecuadamente ni la producción de armamento ni la movilización de nuevas tropas.
Zelenski desacreditó en público el pasado noviembre a Zaluzhni, reclamándole que era necesario aportar optimismo y negando que el frente estuviera estancado, algo que hace meses que advertía el comandante en jefe, y que ha demostrado ser cierto. No solo eso, altos cargos de la presidencia acusaron públicamente a Zaluzhni de emitir mensajes que favorecían al enemigo y desmoralizaban a la población.
La reunión que han mantenido este jueves ha intentado sobre todo evitar una ruptura. “La conversación ha sido importante y seria. Se ha tomado la decisión de cambiar la aproximación y la estrategia. Estoy agradecido a toda la gente cercana. Al equipo del Estado Mayor, al Ministerio de Defensa, al presidente de Ucrania”, ha escrito Zaluzhni. Tanto él como Zelenski han publicado una fotografía juntos, tomada este jueves en la oficina del presidente sonriendo y dándose la mano. El general también aparece haciendo su ya característico símbolo de la victoria.
Sirski, el hombre que releva a Zaluzhni, es otro de los militares de prestigio en el país. Es sobre todo recordado por encabezar sobre el terreno la defensa de Kiev entre febrero y abril 2022 y por liderar la contraofensiva relámpago de septiembre de 2022 que liberó la provincia de Járkov. Sirski, un personaje más sombrío que Zaluzhni (conocido por su sentido el humor y dotes en las relaciones públicas), ha mantenido con Zelenski una comunicación estrecha, incluso sorteando el mando de Zaluzhni para tomar decisiones clave, según explica en su libro sobre el presidente ucranio, The Showman, el periodista Simon Shuster.
Como Zaluzhni, Sirski es un general que asumió durante la presidencia de Zelenski mayor peso con el objetivo de acelerar la reforma de las Fuerzas Armadas, para eliminar los procedimientos y rangos heredados de la etapa soviética para adaptarlas a los protocolos de la OTAN. Ambos se formaron en su juventud en el ejército soviético, pero Sirski, nacido en Rusia en 1965, fue preparado en las academias militares de Moscú. Illia Ponomarenko, uno de los analistas de defensa más populares de Ucrania, criticó en sus redes sociales la decisión al considerar que el nombramiento “no es una nueva aproximación” a la situación de la guerra. Otros analistas de referencia del conflicto también han criticado el cambio porque consideran que tendrá un efecto desmoralizador entre las tropas, que idolatran a Zaluzhni y ven a Sirski como un comandante menos humano.
Posible salto a la política
Ponomarenko también da por hecho que Zaluzhni no asumirá ningún otro cargo en las Fuerzas Armadas y que saltará a la política. Esta posibilidad es uno de los principales temores del equipo de Zelenski, según han informado medios ucranios y han confirmado a Shuster los asesores del presidente. El propio mandatario explicó el pasado noviembre al diario The Sun que había fuerzas opositoras que empujaban a Zaluzhni a saltar al ruedo político: “Si un militar decide hacer política, tiene su derecho, debe entrar en política, pero no puede gestionar la guerra”.
El diario Pravda filtró esta semana que la oficina del presidente cuenta con estudios demoscópicos que indican que la popularidad de Zelenski va a menos y la del general, a más. Estas encuestas internas son especialmente “alarmantes”, según el rotativo, porque apuntan a que se ha disparado el porcentaje de la población que quiere dar fin a la guerra, aunque sea a costa de perder territorio. El presidente, como explicó el fin de semana en una entrevista en la televisión italiana RAI, cree que el país necesita una renovación “para estar convencidos de la victoria, para no perder la esperanza”.
Zelenski ya se reunió el 29 de enero con Zaluzhni para pedirle que dimitiera del cargo. El general se negó y fuentes políticas y periodísticas próximas a él filtraron la información. La oposición, empequeñecida por el peso que ha asumido Zelenski durante la guerra y frente a su mayoría absoluta parlamentaria, se unió para cargar contra la salida de Zaluzhni. El expresidente Petro Poroshenko afirmó que sustituir a Zaluzhni rompería la unidad nacional. Poroshenko se ha limitado este jueves a agradecer los servicios prestados a Zaluzhni, “el general que salvó a Ucrania en el momento más difícil de la historia”. El alcalde de Kiev y referente de la oposición, Vitali Klitschko, ha pedido que se “explique a la sociedad las razones del cambio, cuando los combates continúan en el frente, cuando la cooperación con nuestros aliados debe proseguir, cuando la unidad de la sociedad requiere de una autoridad en la que confiar”.