Volodimir Zelenski repite una y otra vez lo mismo: Ucrania necesita más apoyo militar y económico de la Unión Europea, y así se lo hizo saber este jueves a los líderes en la cumbre del Consejo Europeo en Bruselas. Las negociaciones con Rusia ahora mismo no están cerca y por eso el foco tiene que ponerse, dice el presidente ucraniano, en lo que pasa en el campo de batalla. Mientras, hay ya voces en Europa que prefieren ir preparando el terreno para una hipotética negociación y de hecho crecen los rumores de que esas conversaciones podrían empezar en 2025. Nada está claro, pero parece que todo es posible.
Por lo pronto, Zelenski asume que es “muy difícil” que se sostenga el respaldo a Kiev si Estados Unidos bajo el mandato de Trump se descuelga de la fórmula. “Tenemos que contar de nuevo con la unidad entre Estados Unidos y Europa. Es muy difícil apoyar a Ucrania sin la ayuda estadounidense y eso es lo que trataremos con el presidente Trump cuando esté en la Casa Blanca”, sostuvo ante los periodistas el líder ucraniano, acompañado del presidente del Consejo Europeo, Antonio Costa.
Estas palabras de Volodimir Zelenski llegan unas horas después de una cena en la residencia de Mark Rutte, secretario general de la OTAN, acompañados de líderes como Olaf Scholz, Andrej Duda o Giorgia Meloni en la que se habló precisamente de cómo reorientar el apoyo y se dieron muestras de querer estudiar cómo podría ser el escenario de una hipotética paz con Moscú. Ahora, los aliados más firmes de Kiev insisten en una frase ya manida: “Nada de Ucrania sin Ucrania”.
Por su parte, Antonio Costa asume que el panorama no va solo de la guerra, sino que se trata de una cuestión estratégica. “La guerra no va solo sobre Ucrania o solo sobre Europa sino sobre el derecho internacional. De si el derecho internacional debe prevalecer y la invasión debe ser derrotada”, incidió el presidente del Consejo Europeo, al tiempo que sostuvo que el objetivo debe ser “una paz justa y duradera” para Ucrania. Asimismo, insistió en las premisas que se repiten en la UE desde hace más de dos años: hay que ayuda a Kiev “el tiempo que sea necesario y cueste lo que cueste”.
Todos los ingredientes hacen entender que la guerra entrará en los próximos meses en un momento, ahora sí, decisivo, no solo por los avances rusos sino también porque una de las grandes preocupaciones de Ucrania está en cómo pasar el invierno. De hecho, trabaja para confrontar los ataques del Kremlin sobre infraestructura energética crítica. En ese marco, Zelenski se ha visto en los últimos días con líderes como Donald Tusk o Emmanuel Macron, además de la ya mencionada reunión apadrinada por Rutte, en una ‘mini cumbre’ casi preparatoria para ese futuro cercano.
Ya en rueda de prensa tras verse con los líderes, Zelenski desarrolló, en tono enfadado, que no hay planeado ningún intercambio de prisioneros por Navidad, tal como ha pedido el primer ministro húngaro, Viktor Orbán. Además, asegura que no se dan las condiciones para un alto el fuego, sobre todo mientras Ucrania “no tenga garantías de seguridad”. En este sentido, Kiev quiere “una paz duradera” y Rusia “no está por la labor”. Para Ucrania es necesario proteger las infraestructuras energéticas y claves para mantener a la población con sus necesidades básicas cubiertas.
Zelenski ha pedido, al mismo tiempo, ser “realistas” a la hora de hacer propuestas sobre el futuro de su país y no hablar “de dinero ruso” porque Rusia controla alguna instalación nuclear en territorio ucraniano. “La cuestión no es que nos empujen hacia la paz, no estamos siendo empujados. Queremos parar a Putin y es muy importante que Europa esté unida”, prosiguió el presidente de Ucrania, y repitió que esa unidad tiene que incluir a Estados Unidos. “Queremos hablar seriamente de cómo parar a Rusia”, sostuvo sobre la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca a partir del mes de enero.
Con todo, el líder quiso dejar claro que los debates de los últimos días han tenido que ver con cómo seguir suministrando ayuda a Ucrania para cubrir sus necesidades, con misiles de largo alcance; por eso la paz, aunque sobrevuele las cabezas de algunos líderes no es todavía una opción factible para una Ucrania que necesita reforzarse primero.