Ya estamos a las puertas de la primera ola de calor del verano. Porque lo que tuvimos en mayo fue un “pico de calor”, según los expertos. En esta ocasión será más duradera: según la AEMT, comenzará mañana viernes y nos dejará el próximo martes. Hasta entonces, temperaturas muy altas, con 35-38 grados en amplias zonas de la península y las Baleares y 40 grados en los valles del Guadalquivir, Guadiana, Tajo y Ebro, e incluso localmente 42 grados.
Si eres de los que estabas pensando prepararte una terraza o balcón para disfrutar de estos meses estivales y ante la posibilidad más que real de que esta ola de calor no sea la única, puedes empezar a escoger plantas que aguanten muy bien las altas temperaturas. Estas son diez de ellas.
El geranio es una planta que da lugar a una de las flores más elegantes que existen. Son muy atractivas, de colores vistosos y pueden convertir en un espacio de ensueño cualquier balcón o terraza en el que se planten. Además, su cuidado puede ser extremadamente fácil, sólo hacen falta unos consejos simples para su cultivo, crecimiento y poda. Requieren mucha luz solar para florecer y aguantan muy bien las alta temperaturas.
Los cactus pertenecen a la familia de las suculentas. Necesitan poca agua, pero si que deben ser regadas cada cierto tiempo. Y es mejor situarlas cerca de una ventana u otro foco de luz. Además, son muy fáciles de cultivar, existe una gran variedad de formas y tamaños y son súper resistentes.
Las plantas de lavanda se desarrollan mejor con luz solar directa y calor, que son la clave del clima del Mediterráneo de donde proviene. Por tanto, también son la condición ideal para que crezca en la maceta. En concreto, la lavanda necesita unas buenas ocho horas de luz solar directa todos los días.
Aunque aguanta bien las altas temperaturas, la hiedra inglesa es una planta a la que no le viene bien la luz solar directa, por lo que es mejor situarla en una zona de sombra moderada para estimular el mayor crecimiento. No hay que regarla en exceso y siempre dejarla secar antes de volver a echar agua. Le conviene un ambiente de humedad para crecer rápido, por lo que es aconsejable rociar regularmente sus hojas ayuda.
La glicina es resistente y soporta bien las altas temperaturas, pero deben ser regadas con regularidad, pero el drenaje es fundamental. Conviene abonar cada cierto tiempo, aportando materia orgánica en la época de floración, pero hay que evitar los abonos con nitrógeno. Se puede podar una vez en invierno y cada tres semanas a partir del fin de la primera floración.6 La buganvilla se adapta bien al calor, por lo que es una opción estupenda para el verano. Crece en casi todos los suelos, aunque agradece tierra fértil y con buen drenaje. La sensibilidad de sus raíces hace que los trasplantes no sean recomendables, por lo que conviene planificar bien el lugar exacto en el que se plantará que, preferiblemente, debe ser a pleno sol.
El romero resiste el calor y no necesita demasiada agua para crecer, porque está acostumbrada a periodos de sequía y poca agua. Por eso hay que procurar que no se encharque la tierra, porque se podrían ocasionar daños a la planta. Si se puede, una buena opción es un riego por goteo que se puede hacer manualmente hasta con una botella de plástico, sobre todo al principio.
Aunque resisten bien las altas temperaturas, las hortensias prefieren al menos sombra parcial, aunque hay algunas que prefieren la luz solar directa y total. Las hortensias de hoja grande, que son el tipo más popular, son propensas a marchitarse, así que conviene asegurarse de que al plantarlas tengan algo de sombra del sol. Si no puede proporcionar sombra parcial a la hortensia, aumenta ligeramente la cantidad de agua con la que se la riega cada semana.
Prefiere un clima templado y caluroso, no necesita demasiada agua, así que un buen sistema es introducir el dedo y solo regar cuando se vea que el sustrato está seco, evitando los encharcamientos. La verbena necesita mucha luz para prosperar, aunque evitando la incidencia directa en las horas de más calor. Para su cuidado, es aconsejable que no les de el sol directamente, regarlos con frecuencia pulverizando agua sobre sus hojas y abonarlas con frecuencia. Eso si, aunque no las pueda dar el sol, los helechos necesitan luz indirecta, por lo que es aconsejable ponerlas cerca de una ventana.
