Trabajo liderado por científico Alexander Cotrina permite interconectar áreas de conservación en región Amazonas
Una investigación pionera que permitió identificar 13 corredores ecológicos que conectan territorios rurales de áreas de conservación privada que contribuyen a la preservación del oso andino u oso de anteojos en la región Amazonas, desarrolló la Universidad Nacional Toribio Rodríguez de Mendoza.
Una investigación pionera que permitió identificar 13 corredores ecológicos que conectan territorios rurales de áreas de conservación privada que contribuyen a la preservación del oso andino u oso de anteojos en la región Amazonas, desarrolló la Universidad Nacional Toribio Rodríguez de Mendoza (UNTRM), a través del proyecto “Biodiversidad”, ejecutado por su Instituto de Investigación para el Desarrollo Sustentable de Ceja de Selva (INDES-CES).
“Esta investigación constituye una herramienta de gestión para las prácticas de conservación del oso de anteojos u oso andino en esta parte del territorio peruano”, destacó el docente investigador de la UNTRM, Alexander Cotrina Sánchez, quien lideró este estudio científico en coordinación con investigadores de Colombia, Chile, Reino Unido e Italia.
En diálogo con la Agencia de Noticias Andina, el investigador Alexander Cotrina Sánchez sostuvo que el punto de partida de esta investigación fue analizar los cambios de uso de la tierra en el territorio de las comunidades campesinas de la región Amazonas durante los últimos 30 años (1990-2020). Y a continuación, identificar corredores ecológicos de bajo costo que conecten las áreas de conservación dentro de esos territorios rurales.
El oso de anteojos u oso andino (Tremarctos ornatus) es la única especie de oso nativa de América del Sur, siendo única en su género, y está catalogada como vulnerable de acuerdo con la lista roja de las especies de fauna silvestre de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN).
Cotrina Sánchez sostuvo que un hábitat crítico de conservación del oso andino se encuentra en los territorios rurales de la Amazonía peruana, donde los cambios antropogénicos o generados por el ser humano en el uso de la tierra y la fragmentación del paisaje amenazan los hábitats de este plantígrado.
Según el Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas por el Estado (Sernanp), el departamento de Amazonas cuenta con el mayor número de Áreas de Conservación Privada (ACP) del Perú, sumando 20 al año 2021, abarcando una superficie total de 157,123.08 hectáreas.
Estas áreas de conservación privada son administradas por comunidades campesinas y rurales, cuyo sustento depende de la agricultura y la ganadería, lo que aumenta la vulnerabilidad de la presión humana en estos espacios y con ello la vulnerabilidad del oso andino.
El investigador de la UNTRM refirió que en el estudio se abordaron 16 áreas de conservación privada, territorios boscosos megadiversos que son el hábitat de especies de fauna endémicas de alto valor ecológico, entre los que se encuentra el oso andino.