Dichas áreas —también llamadas ISRAS, por sus siglas en inglés— abarcan desde aguas superficiales hasta los casi 2000 metros de profundidad. Además, las ISRAS son variadas en tamaños. Hay pequeñas —de tan solo 1,59 kilómetros cuadrados—, como es el caso de fuentes hidrotermales en el norte de Galápagos, hasta enormes áreas como el Corredor Marino del Pacífico Tropical Oriental, que involucra a diferentes países y que mide más de tres millones de kilómetros cuadrados.
Tras la identificación de las ISRAS, los 55 científicos de diferentes nacionalidades que colaboraron en esta investigación, construyeron un mapa donde es posible visualizar cada una de ellas. El objetivo es que esta información sea utilizada por los tomadores de decisiones para conservar a este grupo de animales marinos altamente amenazado. Una alternativa es la creación de áreas marinas protegidas. De hecho, algunas de las ISRAS identificadas ya se superponen con parques y reservas marinas. Otra manera es establecer en estas áreas importantes un manejo pesquero sostenible que disminuya el impacto sobre los tiburones, rayas y quimeras.
Esta zona del pacífico de América Latina es la primera analizada de un total de 13 áreas que los científicos deberán estudiar en todo el mundo. Parte de las conclusiones, aseguran las expertas consultadas, es que países como Colombia, Ecuador, Costa Rica, Panamá y México han priorizado la conservación de tiburones. Perú y Chile, en cambio, tienen aún “mucho por hacer. Aunque los tiburones tienen un importante rol para mantener los océanos saludables, son los animales marinos más amenazados junto con las rayas y las quimeras. En total, son 316 especies que están en peligro de extinción de las cuales 68 están en Peligro Crítico. Para hacer frente a esta situación, la UICN decidió identificar todas las zonas que, según la información científica disponible, son importantes en el mundo para la supervivencia de tiburones, rayas y quimeras. Lo primero que hicieron los investigadores fue dividir el planeta en 13 regiones de estudio. Decidieron iniciar con la zona del Pacífico Este, desde Baja California hasta el sur de Chile, y en octubre del 2022 se reunieron en Bogotá, Colombia, más de 50 expertos para proponer diversas ISRAS existentes en la región. Existe una serie de criterios para identificar cuáles son estas áreas importantes”, explica la bióloga marina, Adriana González, experta en tiburones y una de las investigadoras que participó en el estudio de la UICN. Algunos de esos criterios es si se trata de una zona de alimentación o de reproducción para estos animales. Aquellas áreas que los tiburones utilizan para desplazarse de un lugar a otro también son consideradas importantes. Ese es el caso, por ejemplo, del Corredor Marino del Pacífico Tropical Oriental que conecta áreas protegidas en distintos países: Galápagos, en Ecuador; Isla Coco, en Costa Rica; Coiba, en Panamá, y Malpelo, en Colombia.
Otro criterio para considerar que un área es una ISRA es si habitan especies amenazadas de extinción, incluidas en la lista roja de la UICN. También serán consideradas ISRAS aquellos lugares que son hábitat de especies endémicas o de distribución restringida; los sitios que tienen una alta diversidad de especies de tiburones, rayas o quimeras y los espacios que son áreas de descanso para estos animales. Por último, también son considerados importantes los lugares en donde se sabe que estos peces se reúnen, aunque la ciencia aún no descubra para qué fin. Tras analizar todas las áreas que fueron propuestas por los científicos como ISRAS y descartar aquellas que no contaban con la suficiente información científica, los expertos dieron a conocer los resultados a mediados de abril de 2023. En total son 65 ISRAS identificadas entre Baja California y Chile. Además, otras cinco zonas quedaron clasificadas como candidatas a ISRA y 11 como áreas de interés. Los expertos volverán a reunirse cada 10 años para actualizar la información.