En 2018 el mundo perdió 12 millones de hectáreas de selvas tropicales, el equivalente a la superficie de Nicaragua, según el nuevo informe del Instituto de Recursos Mundiales (WRI), entre ellos 3,64 millones de selvas vírgenes, fundamentales para el clima y la biodiversidad.
Los países más afectados son Brasil, Indonesia, República Democrática del Congo, Colombia y Bolivia, según el reporte Global Forest Watch. Además, 2018 fue el cuarto peor año en términos de deforestación de la selva tropical, por detrás de 2016, 2017 y 2014. Considerando la evolución del problema en los últimos 18 años, está claro que la tendencia mundial sigue al alza».
La deforestación implica la pérdida de biodiversidad, ya que se destruye el hábitat de animales y plantas, mientras que además hay efectos en emisiones de carbono, un gas invernadero.
El ranking mundial está liderado por Brasil; es el país que perdió más superficie de selvas vírgenes, por delante de la República Democrática del Congo e Indonesia. La situación podría empeorar en Brasil ya que, según la ONG Imazon, la deforestación en Amazonia brasileña aumentó 54% en enero de 2019, desde la llegada al poder del presidente de extrema derecha Jair Bolsonaro, con relación a enero de 2018.
En Colombia, el cuarto lugar en el ranking global, la pérdida de selva virgen aumentó 9% entre 2017 y 2018, debido a que el acuerdo de paz entre el gobierno y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) posibilitó un mayor acceso a algunas zonas. La deforestación fue estimada en casi 177 mil has.
Le sigue Bolivia, con una pérdida de más de 150 mil has; luego Malasia, y en séptimo lugar reaparece otra nación latinoamericana, Perú, con un poco más de 140 mil has deforestadas.